Todo en exceso, es malo, el alto consumo de alcohol, grasas y proteínas de origen animal, de igual manera el uso indiscriminado de medicamentos son las principales fuentes de amenazas para el buen funcionamiento del hígado.
Existen alimentos que favorecen a la función hepática, o a su recuperación luego de alguna afección. En el caso de los vegetales tenemos el Cardo, el cual con un ligero sabor amargo, provee este beneficio junto con la achicoria, la endibia, la escarola, la alcachofa, el rábano y la berenjena.
Resumen Contenidos
- Características morfológicas del Cardo
- Propiedades medicinales del cardo
- Remedios caseros con cardo
- Contraindicaciones del cardo
Es una planta anual, de la familia de las compuestas, cardo es el nombre propio que reciben distintas especies de plantas, principalmente de la familia Asteraceae. Las hortalizas de esta familia son nativas de regiones templadas, por consiguiente su crecimiento y desarrollo están amoldados a zonas de temperaturas moderadas.
Crece de forma espontánea en los países del norte de África y Europa mediterránea, el cual se viene usando desde tiempos muy antiguos.
Actualmente, el cultivo de cardo se ha ido extendiendo en Europa. Los principales países productores son: Francia, Italia y España. En España se extiende el cardo por la mayoría de las regiones donde se cultiva también la alcachofa, es decir, Navarra, Zaragoza, Cataluña, La Rioja y Comunidad Valenciana.
Características morfológicas del Cardo
Existen numerosas variedades de cardo que atienden a diversas particularidades, como el cardo de ciclo precoz o tardío, el de talla enana o gigante, cardo con pecíolos (tallos) verdes o plateados, peciolos huecos o llenos, provistos de espinas o sin ellas y con hojas casi enteras o muy laminadas.
Su forma, la parte de consumo son las pencas o peciolos, una porción de la nervadura central de las hojas y los tallos tiernos, son huecas, estriadas y alargadas y finalizan en unas grandes hojas verdosas, más pequeñas y blanquecinas en su interior. El tamaño puede alcanzar los 2 metros de altura.
Su color, las pencas de los cardos silvestres desarrollan un color verde más o menos oscuro. Son de procedencia del cultivo, se blanquean en momento de las etapas finales de crecimiento. Son de color verde claro con tonalidades rojizas o casi blancas.
El sabor de las pencas blanqueadas es crujiente, tierno y tienen un sabor delicado, dulce y con reminiscencias amargas. A través del blanqueado, aparte de eliminar el color verde, también disminuye el sabor amargo.
Para la conservación del cardo durante 1 o 2 semanas, envolverlo en un plástico perforado. Este también se puede guardar enterrado en arena en un sitio fresco.
Elegir el cardo, una excelente apariencia, se debe escoger con las pencas bien firmes, rígidas y las hojas verdes o suavemente marchitas, nos garantiza que estamos seleccionando un cardo en buen estado, se deben descartar los cardos blandos con manchas y puntos secos.
Propiedades medicinales del cardo
Es una verdura que cumple numerosas propiedades fisiológicas, por lo que se recomienda aprovechar la temporada e incluirlo con frecuencia en la dieta por los beneficios para la salud que derivan de su consumo.
Si se toma cruda en ensalada, el contenido de esta vitamina es mucho mayor, ya que es sensible al calor, por lo que al cocerla se pierde una cantidad importante de este nutriente.
Para el estreñimiento, la inulina, un tipo de fibra soluble, es capaz de absorber agua, aumentando el volumen de las heces de forma que favorece el movimiento intestinal, lo cual contribuye a mejorar o corregir el estreñimiento y los trastornos que se acompañan, como dolor abdominal, flatulencia, hemorroides entre otros.
Para la hipercolesterolemia, el consumo de cardo contribuye a reducir los niveles de colesterol debido a que la inulina forma geles viscosos que fijan la grasa y el colesterol en el intestino, reduciendo así la absorción de dichas sustancias.
Para la diabetes, la inulina es un polisacárido se metaboliza y da lugar a unidades de fructosa, un azúcar asimilable sin la necesidad de insulina. Asimismo, la cinarina tiene una suave acción hipoglucemiante, lo que disminuye el nivel de glucosa en sangre. Por tanto, el cardo se puede incluir con absoluta tranquilidad y confiabilidad en la dieta diaria de las personas con diabetes.
Es un diurético y depurativo porque la cinarina quien actúa sobre los riñones, provocando un gran aumento de la diuresis, es decir, de la cantidad de orina eliminada. Esto es principalmente interesante en los casos de cálculos renales, hiperuricemia, hipertensión y retención de líquidos.
El exceso de peso el cardo, al igual que todas las verduras, vegetales y hortalizas, es un gran alimento recomendable para las dietas de pérdida de peso. Esto se debe a su bajo aporte calórico, siempre que vaya acompañado de poca grasa, y a su alto contenido en fibra, que proporciona una sensación de plenitud, lo que conduce a la persona a ingerir menos cantidad de alimentos.
Gracias a su contenido en potasio, permite eliminar del cuerpo las toxinas. De igual forma protege al cuerpo de los tóxicos y del envejecimiento, por su aporte en vitamina A, vitamina C, zinc y selenio.
Por la presencia de vitamina C, protege a las personas de los resfriados, ayudando también a la cicatrización de heridas. Posee un contenido muy bajo en grasas, pero brinda un contenido muy alto en agua por ser una verdura.
Para las buenas digestiones, la cinarina, es una sustancia que proporciona el ligero sabor amargo que se siente al momento de consumir el cardo, es reconocida por su efecto colerético, esto es, la estimulación de la secreción de bilis.
Por lo tanto, el incluir cardo en la dieta diaria conviene a quienes padecen enfermedades funcionales y orgánicas del hígado, vesícula biliar y vías biliares, así como también a los que sufren los trastornos digestivos que derivan de ellas, como sensación de plenitud, pérdida de apetito o dolor abdominal.
El cardo ayuda en la digestión de alimentos grasos y colabora en la descongestión del hígado, pues consigue que la bilis sea menos densa y más fluida. Así, la vesícula biliar se vacía con mayor facilidad y existe menor tendencia a la formación de cálculos biliares.
Remedios caseros con cardo
Infusión para los cálculos biliares, en un recipiente hervir 100 gramos de cardo y 60 gramos de saponaria en 2 litros de agua hasta que sólo quede 1 litro. Filtrar y dejar refrescar.
Guardar en un envase no metálico, preferiblemente de vidrio; ingerir esta infusión 2 o 3 veces diarias, por período 12 días consecutivos, descansar 6 días y tomar nuevamente otros 12 días, es decir, 24 días en total.
Infusión para el hígado graso, colocar unas cuantas semillas de cardo en una taza, luego verter agua fría y hervir por unos minutos. Después, adicionar 1/2 cucharada de boldo y 1/2 de diente de león y dejar hervir durante 3 minutos más. Cubrir y dejar en reposo durante 10 minutos. Filtrar y tomar 2 tazas al día.
Infusión para el sangrado menstrual abundante o hemorragias, dejar hervir en 2 litros de agua para reducir a 1 litro 80 gramos de cardo, colar y agregar luego 20 gramos de agallas de ciprés y 20 gramos de flores de ortiga muerta. Hervir nuevamente por 5 minutos, colar y repartir en 6 partes a tomar, ingerir 3 veces al día por 2 días, ó 2 veces al día por 3 días.
Infusión para la pancreatitis, verter en una taza de agua hirviendo 1 cucharada de cardo. Cubrir y dejar refrescar. Filtrar y tomar 2 tazas al día.
Contraindicaciones del cardo
Si se consume de forma moderada el cardo no conllevará al aumento de los niveles de tensión arterial, en virtud de que el mismo posee un alto nivel de sodio, y un consumo elevado de este alimento puede resultar peligroso, ocasionando problemas de hipotensión (tensión baja), y a su vez provocando síntomas de mareos, debilidad entre otros.
Por su riqueza en sodio, puede ayudar a mantener los niveles de sal, permitiendo evitar los mareos en los momentos en que este mineral está bajo.
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