El carnaval de esa provincia se caracteriza por un enfrentamiento a latigazos entre “toros y civiles”, tradición que es considerada por muchos como salvaje, y defendida por otros que la consideran parte de la cultura.Datos históricos revelan que su origen data de mediados del siglo XVIII. El carnaval de Montecristi se mantiene vivo, pese al vaivén de los tiempos, gracias a munícipes comprometidos con la cultura. Sin embargo, recibe poco apoyo de las casas comerciales de la provincia.