Esta semana ha llegado a nuestras carteleras la última superproducción Disney, basada en la obra de E.T.A. Hoffman, y posteriores ballets, de tan conocida melodía chaikovskiana, y con la que la productora pretende acercarnos ya a la época navideña, al cine familiar de esas fechas tan señaladas, aunque quizá de manera un poco precipitada.
El cascanueces y los cuatro reinos es un pastiche, de colores pastel, que nos recuerda demasiado, en forma y ejecución, a esa obra menor, en la filmografía de Tim Burton, que fue Alicia en el País de las Maravillas (2011). También parece una mezcla de esta última con la saga de Las crónicas de Narnia, por lo que no es de extrañar encontrarnos con que unos de sus directores, Joe Johnston, vaya a ser el encargado del siguiente filme basado en las novelas de C. S. Lewis.
El cascanueces y los cuatro reinos es una película extraña, a medio camino entre la fantasía puramente infantil, y el terrorífico tono sombrío que alguno de sus pasajes ofrece, y que no acaba de implementarse de manera perfecta con lo que sería una obra puramente familiar. Que lo es, pues acaba ganando la fantasía pastelosa y las moralejas demasiado tiernas, que no desdeñables, y más dentro de un producto de estas características. Con un reparto muy carismático, donde destacan una Keira Knightley, bastante excéntrica y divertida, y un magnético rostro como el de la joven Mackenzie Foy, de gran fuerza y delicadeza, lo que más se echa en falta es que la trama y el desarrollo de la historia pudiesen acompañar a las virtudes que tiene la obra.
La película nos cuenta la historia de Clara, una joven que recibe un regalo póstumo de su madre, al que le falta una llave que pueda abrirlo, para ver realmente que esconde dentro tal objeto. En la búsqueda de esa llave, Clara acaba introduciéndose en un mundo de fantasía en el que su madre parecía haber sido la reina, y, por lo tanto, ella la princesa sucesora. Pero el reino está en guerra, separado por las ansias de poder, y en esa aventura, Clara acabará descubriéndose a sí misma.
Tras un inicio no del todo mal tirado, la introducción a este mundo de fantasía se hace de manera tosca y muy precipitada, y de ahí ya no escapa la obra. La sucesión de escenas, carentes de cualquier tipo de pulso narrativo, son incesantes. Todo resulta aburrido, sin alma de aventura. Las escenas sobrevienen sobre los espectadores de manera explícitamente explicativas, olvidándose de sus personajes, y llevándonos a la más profunda desconexión y empatía con lo que se nos intenta contar. Se deja entrever, además, los problemas de producción que hubo en el cambio de dirección, cuando Lasse Hallström fue sustituido por Joe Johnston. El hilo conductor de la película parece inexistente, y todo se torna bastante aleatorio, frío y mal narrado. Además, todo ello es acompañado por una banda sonora incesante, que no para toda la película, y que marca demasiado las emociones que, se supone, deberíamos ir sintiendo los espectadores. Solo la partitura original de Chaikovski, las pocas veces que aparece, nos resulta agradable.
Pero como antes comentábamos, no todo es malo. La película tiene sus virtudes y, entre ellas, se encuentra un magnifico diseño de producción, lleno de escenarios (muchos de ellos digitales) de impresionante belleza, así como un vestuario de colorido fantástico. Se nota el esfuerzo por conseguir una obra cuidada en el aspecto visual, y se agradece ver que, al menos, eso se impregna en la retina. Aunque, por desgracia, no pueda acompañar al resto de la obra. Y el problema es que, cuando lo que se nos cuenta tiene tan poca gracia, todo lo que lo envuelve, por muy detallista y cuidado que sea, pasa a un segundo plano, a un nivel mucho menos importante. Además, aunque todo este diseño merezca de halagos, el tono extremadamente cursi y kitsch que se impregna últimamente en este tipo de obras empieza a resultar algo fatigoso y repelente.
De todos modos, también habría que rescatar algún que otro detalle cinéfilo que levantará la sonrisa de los espectadores más afilados (esa mención directa a la obra de Disney de 1940, titulada Fantasía, y que aun hoy es uno de los mayores logros del estudio y de la animación en general) con esa imagen del director de orquesta, y su orquesta, en sombra, y dando la espalda a la pantalla es, quizá, uno de los momentos más bonitos de la película, aunque bastante breve. También esos títulos de crédito finales, donde el ballet y los colores fantasiosos, cercanos en algunos momentos al musical clásico, nos dejan pegados un rato más a la pantalla, son bastante disfrutables.
En definitiva, El cascanueces y los cuatro reinos es una película de empaque visual muy reseñable (probablemente le caiga alguna que otra nominación a los Oscars dentro de estos apartados), pero donde lo demás se pierde entre la sosería, el aburrimiento y la más profunda indiferencia. El alma de aventuras que estas películas solían tener en el pasado, aquí se pierde por completo, y todo resulta precipitado y sin mucha gracia. Es una pena, porque podía haber resultado algo más interesante de lo que es. Y lo que es, es nada, pues rápidamente a uno se le olvidará de la memoria el simple hecho de haberla visto.
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- ##check## Lo bueno
- El magnífico diseño de producción, junto a los guiños a la película clásica de Disney Fantasia (1940).
Keira Knightley y Mackenzie Foy. - ##times## Lo malo
- La trama, muy mal narrada y ejecutada.
La falta de alma y aventura, que unida a una banda sonora sin fuerza no ayuda mucho.
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- Ambientación 7.5
- Lo de mejor de la película. La ambientación y todo el diseño de producción se elevan muy por encima de lo que es el resto de la obra.
- Desarrollo de Personajes 4.0
- Bastante flojo. Ningún personaje nos produce empatía, y sus desarrollos resultan bastante pobres y rutinarios.
- Argumento / Guión 3.0
- Otro de los grandes problemas de la película. El argumento se torna muy precipitado. Una vez entramos en el mundo de fantasía todo resulta de lo más básico y visto.
- Banda Sonora 5.5
- No estamos ante una mala banda sonora, en lo que se refiere a composición, pero si en lo que se refiere a utilización de ella. El incesante machaqueo, y su objetivo conductista, nos parecen bastante criticables.
- Entretenimiento 4.5
- La película no entretiene mucho. Es más, resulta bastante sosa es mucho de sus tramos, y solo el poder visual de alguna de sus escenas nos levanta un poco la atención.
- Montaje / Innovación técnica 6.0
- En cuanto a innovación técnica, nos encontramos con unos escenarios virtuales bastante vistosos, aunque quizá demasiado digitales en algunos momentos. El montaje no es demasiado sobresaliente, pero sí que da la sensación de haber sido bastante mutilado, aunque puede que el problema venga directamente de guion.
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- Puntuación Total 5 / 10
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