Algunos me llamarán nostálgico y otros romántico, pero me reconocerán que el trazado del pueblo abandonado de El Vado es un ejemplo de urbanismo bien hecho.Aunque las imágenes hablan por si mismas (basta dedicarles algo de tiempo), permítanme que señale algunos detalles interesantes: dos barrancos separan el casco urbano de los corrales, que están situados a los pies de la fuente; dos caminos parten desde ahí hasta el rió y al casco urbano por las afueras del pueblo, …
La ubicación de las eras y de la iglesia (en el cerro de la Muela, dominando el paisaje), el acabado de las casas más principales (perceptible en los muros, las esquinas y los huecos de puertas y ventanas), el trazado de las calles y caminos,… nos muestran que este urbanismo (de origen medieval) se adecuaba a las necesidades de la población.
¡Ya nos gustaría que nuestras ciudades, tan modernas, respondieran a estos mismos criterios!
Lar-ami
Archivado en: Actualidad, Mundo rural, Rincones de Guadalajara Tagged: actualidad, Costumbres, cultura, El Vado, Historia, naturaleza, Sierra Norte