Porque, increíblemente, hasta 2012, en España era prácticamente imposible conseguir una traducción de las novelas de Josephine Tey. En esa fecha, RBA publicó La hija del tiempo, que en 1990 había sido declarada la mejor novela de misterio de la historia por la Asociación de Escritores de Misterio británica. Después, como ya hemos comentado, Hoja de Lata nos ha permitido disfrutar de La señorita Pym dispone y, ahora, de El caso de Betty Kane, que ocupó el undécimo lugar entre esa misma lista de la Asociación de Escritores de Misterio británica.
Las listas pueden ser útiles, pero son siempre, por fuerza, arbitrarias. Valga para apuntalar esta afirmación el comentar que el prestigioso crítico, ensayista y novelista policiaco, Julian Symons, en su obra canónica Historia del relato policial, deja muy claro que “todos los libros de la Tey tienen algún mérito especifico, pero particularmente “The Franchise Affair” (título original de El caso de Betty Kane), al que considera muy superior a La hija del tiempo.gran maestría en el MisterioLo cierto es que El caso de Betty Kane (1948) es un libro magnifico, en el que la autora adapta a su época un hecho real ocurrido en el siglo XVIII (la desaparición de una tal Elizabeth Canning). Con esta base consigue una gran novela, en la que despliega a placer una gran maestría tanto en la utilización del misterio como en la descripción de la psicología de los personajes.Josephine Tey, cuyo nombre real era Elizabeth Mackintosh, nació en las Tierras Altas de Escocia y se educó en Inverness. Desde su niñez escribió con pasión y talento: poesía, cuentos breves, novela y obras teatrales. Sin embargo, a la hora de elegir profesión, lo hizo fuera del ámbito de la literatura, ya que fue profesora de gimnasia en Birmingham. Murió relativamente joven, en 1952, con 56 años, y por ello su obra es corta, pero intensa. Además de sus novelas de misterio, fue autora también de una docena de piezas teatrales, escritas bajo un pseudónimo distinto: el de Gordon DaviotPero son sus obras de misterio las que han hecho que su fama perdure. Entre ellas destacan especialmente las protagonizadas por el inspector Alan Grant, de Scotland Yard, un personaje de marcado realismo, muy alejado de los detectives de rasgo un tanto caricaturescos predominantes en la época (Holmes, Poirot, Wimsey, Champion…).La primera de las novelas de Grant, The Man in the Queue, apareció en 1929, y tuvo un gran éxito entre el público británico. Aquí sólo hemos podido acceder a la versión que de ella se publicó en Argentina dentro la colección El séptimo círculo, dirigida por Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares (y que sirvan las palabras anteriores como una, nada velada, insinuación sobre lo bien acogida que sería una nueva edición de este título).En El caso de Betty Kane, Alan Grant aparece como un personaje secundario y no muy brillante. El verdadero protagonista es Robert Blair, un próspero abogado de asuntos civiles en la también próspera localidad rural de Mildford.
Blair lleva una vida apacible y aburrida. Es un cuarentón que dirige un bufete de larga tradición familiar y que lleva una muy cómoda y rutinaria existencia, tanto en el trabajo como en el hogar que comparte con su amable y cariñosa tía. Una vida sólida, unos principios solidos… incluso solidos muebles de caoba a su alrededor… Té todas las tardes de su vida a las 15,50, con galletitas de mantequilla los lunes, miércoles y viernes y digestivas el resto de los días. Invariablemente.
Hasta que una tarde, cuando se disponía a salir de su despacho, recibe una inesperada llamada que cambiará su vida. Marion Sharpe solicita su ayuda, porque ella y su anciana madre están siendo acusadas de haber secuestrado, vejado y golpeado a una joven de dieciséis años, la Betty Kane, del título español.
Marion, también cuarentona, y su madre son unas recién llegadas a la localidad que viven en una ruinosa mansión de las afueras. Inicialmente la acusación contra ellas parece disparatadas, pero pronto la situación irá tomando visos insospechados… Robert Blair, arrancado tan inopinadamente de su apacible rutina, se convertirá en un apasionado detective empeñado en descubrir la verdad.
El libro “engancha” desde la primera a la última página. No solo es brillantemente entretenido; además, como ocurre también con las otras novelas de la Tey que hemos tenido ocasión de leer, proporciona abundantes temas de reflexión: el salvaje poder de la prensa amarilla (y eso ya en 1948, fecha de publicación de la novela); los prejuicios contra los desconocidos, el peligro de dejarse llevar por las primeras impresiones…
Josephine Tey fue una escritora inteligente y muy original, que brilla especialmente por su capacidad analítica y la eficacia con que construye sus relatos y sus personajes. Primero o undécimo de una lista de cien… tanto da… leer El caso de Betty Kane ha sido una auténtica gozada.
Hoja de Lata, 2017
Compra en Casa del LibroJosé María Sánchez Pardo