El caso del “canario” asesinadoS.S. Van DineISBN: 84-96246-70-1Formato: Tapa blanda– 301 Págs Editorial: El País
Una bella bailarina de cabaré, Margaret Odell, conocida como La Canario, aparece asesinada dentro de un piso cerrado. Es un caso para el ingenioso Philo Vance, hombre acaudalado y buen aficionado al arte, que ayuda al fiscal del distrito y a la policía en sus ratos libres.
En mi afán por la compra de libros (y solo de libros) recordaba haber conseguido este ejemplar, en perfectas condiciones, por la mitad de los que costaba en su momento. Es decir, 50 céntimos. Lo curioso es que en mi casa hay una ley no escrita que dicta que a menos haya costado el libro, más tiempo pasara en la estantería sin ser leído.
Si esto fue en 2004 o 2005, cuando se editó la obra, llevará en casa desde entonces. Ya son años, la verdad. Así con mi nueva ilusión de terminar todos los libros pendientes de este calibre, salió de su sitio este mes para ser leído. Y ahí es cuando me encontré que era el segundo caso de un tal “detective” Vane. Un buen tipo, mezcla entre Poirot (por su francés) y Sherlock Holmes (por su sentido analítico), de alta sociedad y gran amigo del fiscal.
Pero no es él mismo quien cuenta la historia, ni un narrador omnisciente. Se trata de otro amigo suyo que le acompaña por ser algo así como su abogado. Vamos, un Watson. Solo que este es mas paradito y se limita a contar el desarrollo del caso, que dada su amistad con estos hombres (o no amistad, porque le pobre no habla nunca) le da un lugar privilegiado para el desarrollo de la historia.
Antes de escribir nada, he estado comprobando fechas. Sherlock. Poirot. Anterior y posterior, respectivamente. Esto quiere decir que puede contener toques del famoso investigador inglés, pero no del personaje de Agatha Christie. Y no quiere decir que los considere copias baratas, porque la verdad es que como personajes tienen su carisma. Y al situar la acción en Nueva York, son mucho más cercanos, con un carácter menos afectado y hasta más modernillos (hasta donde permite la fecha).
El caso en concreto se trata de lo que en ingles se llama “Closed Room” o habitación cerrada: una víctima de asesinato en una habitación en la que aparentemente no hay más entrada que la obvia, y todo permanece cerrado a cal y canto desde el interior. Por supuesto, para que esta fórmula pueda tener atractivo, la victima debe dar algo de juego: en este caso es una conocida cantante no solo famosa por su voz sino por sus escarceos amorosos, en ocasiones con varios hombres paralelamente.
Esto nos lleva a un clima de libertinaje, mucho más allá de los que nos podía llevar a pensar en la primera pagina. Y es un tema del que se habla sin ningún tipo de tapujo, aunque se nota la imperativa moral de la época. Sin duda, con un par de modificaciones sin importancia podría ser exportada al siglo XXI sin problemas. Un par de móviles, Internet, y listo…
En cuanto a los personajes, me da pena no haber empezado por el primer volumen, porque me hubiera gustado haber sabido más. A excepción del pobre narrador (un poco en la sombre y arrastrado siempre por Vane) son muy carismáticos a pesar de moverse por ambientes de altas esferas, con su club de hombres incluido.
Sin embargo, no os penséis que no se puede leer independientemente. De hecho, no nos perdemos demasiado, y lo cogemos al vuelo sin problemas. Sobre todo porque al principio hace un recordatorio del caso anterior (porque solo es uno, gracias a Dios).
Además, por si acaso, la única edición que existe (la de El País) tiene un gran número de pies de pagina que explican no solo los antecedentes, sino también la situación de la época (personajes y hechos más o menos históricos). Si que debo de criticar el exceso de rigor del editor a la hora de mandar traducir ciertas cosas, como por ejemplo las expresiones mezcladas en francés que usa Vane. Creo que poner a pie de página que Mon Dieues Por Dios, me parece excesivo. No es que yo hable un buen francés. Es que no hace falta.
La estructura de la novela es muy clásica: lista de personajes (Dramatis Personae) y 30 capítulos con título propio que van dejando cosas en el aire. A pesar del lenguaje de la época, se lee con mucha fluidez y engancha bastante, como cualquier novela negra. Además, como muchos de las investigaciones se basan en entrevistas, seta llena de diálogos que agilizan aun mas la lectura.
En cuanto al final… ¿Y si os dijera que lo pensé aunque solo fuera una decima de segundo cuando empecé a leer la novela? Son muchos años de novela negra y cine, aunque sigo cayendo en los mismos juegos. Evidente no es la resolución, y seguramente, si os gusta este género disfrutareis haciendo apuestas por quien es el asesino.
Una lectura recomendable para los amantes de la novela negra y de las investigaciones policiacas, sobre todo centrada en los sospechosos y los interrogatorios.