"- Dejadme que os cuente un cuento. Había una vez un carpintero que vivía en una pequeña ciudad de provincias. La gente del lugar era pobre, no podía permitirse comprar sillas y mesas nuevas, así que el carpintero también era pobre. Apenas lograba reunir lo justo para vivir y a medida que pasaban los años cada vez dudaba más de que su suerte pudiera cambiar, aunque lo deseaba más que nadie en el mundo: tenía una hija muy hermosa y quería que le fuera mejor en la vida de lo que a él le había ido. Un día de verano se presentó en casa del carpintero cierto hacendado señor. Carpintero, le dijo, va a venir a visitarme un hermano mía al cual hace mucho que no veo. Quiero hacerle un regalo que le deje maravillado."
Una de las cosas que me encantan es lo accesibles que nos resultan ahora mismo autores que provienen de otros países. Da igual si hablamos de Francia, nos vamos a Suráfrica o se trata, como es el caso, de Polonia. Y normalmente, y puesto que en muchas novelas los escritores se mueven sobre terreno conocido, nos sirven también de improvisado paseo por sus ciudades y calles. Por eso tiendo a asomarme a letras de distintas nacionalidades. En este caso, será una novela negra polaca y es que, hoy traigo a mi estantería virtual, El caso Telak.
Conocemos a Teodor Szacki, un hombre casado, en la treintena y con un cierto hastío o desencanto por la vida en general, que es fiscal del distrito. Una llamada será la que le avise del asesinato de un hombre en un monasterio de Varsovia y se pondrá sobre la pista del caso. Allí se llevaba a cabo una terapia psicológica para ayudar a la víctima, Henryk Telak, con sus problemas, junto a otros participantes. Nadie parece haber visto ni oído nada, pero Szacki sabe que algo ha sucedido y lo acompañaremos en su investigación.
Lo primero que me llamó la atención fue que el protagonista se tratara de un fiscal, sin embargo, el autor se encarga de explicarnos que es el procedimiento habitual en Polonia. De hecho, no será ese el único dato que recibamos, ya que la ambientación y documentación que nos proporciona este libro sobre el país es interesantísima, y nos llega de forma muy natural entretejida con la trama. El caso Telak, es la primera parte de una trilogía y, aunque su lectura no implica que haya que seguir leyendo la saga por obligación, así que se puede leer a modo de prueba sin ningún problema.
El caso que nos propone es interesante, particularmente cuando nos habla de la Terapia de constelaciones, o cómo se representa una escena en la que la ayuda al paciente viene proporcionada por la representación de familiares y amigos por parte de otros integrantes. En este caso, los integrantes serán el psicólogo y cuatro pacientes entre los que se encuentra la víctima, a priori los más cercanos a esta antes de su muerte. Esta terapia, que así representada en un monasterio y tal y como nos la presenta el autor parece algo casi oscuro, podría ser la clave de lo sucedido y será usada para desarrollar una compleja y entretenidísima trama que consigue, no sólo mantener el ritmo durante toda la historia, sino un cierre más que razonable y una última vuelta que deja al lector más que satisfecho con la lectura.
Comenzaba diciendo que leer libros escritos por autores de otras nacionalidades nos puede servir de acercamiento a sus países, y justo eso sucede en este caso, en el que Miloszewski nos va dejando datos sobre la ciudad y sus calles haciendo que Varsovia sea algo más que una simple ambientación para su novela. Y si eso hace con la ciudad, os podréis imaginar que sus personajes también están cuidadosamente caracterizados; tanto en el caso del fiscal, o sobre todo en su caso, como en el de los secundarios, amigos y familiares que desfilan por las páginas del libro.
La novela negra parece estar inundando las librerías, y por eso es difícil encontrar personajes y tramas que nos resulten novedosos; el protagonista de esta historia, sin ir más lejos, tiene muchos rasgos comunes con detectives ya conocidos que se encuentran en momentos de incertidumbre interior, y quizás por eso el autor lo ha situado en una temprana franja de edad para así darle también rasgos propios que consiguen convencernos más de sus diferencias que de sus similitudes con viejos conocidos. El caso es que la historia funciona, arranca con un asesinato y consigue captar el interés del lector hasta el final, dejando un leve poso crítico y algún momento para la sonrisa, aunque sea más irónica que divertida.
Un asesinato, un tipo de terapia diferente y cerrada a pocas personas, y un gran protagonista son los ingredientes que, junto a un buen ritmo y mejor desarrollo constituyen esta entretenidísima novela que me ha durado apenas un suspiro. Una buena aportación a la novela negra, cada vez más internacional en los estantes de las librerías.
Y vosotros, ¿podéis recomendarme novelas que permitan recorrer calles de países lejanos?
Gracias