El castigo de los ambiciosos

Publicado el 13 octubre 2014 por Ángel Santiesteban Prats @AngelSantiesteb

El único ministerio que los gobiernos de los hermanos Castro han desarrollado y, por ende, con el que se podría hacer intercambio internacional, es el del terror.*

La perfección en juzgar a los opositores, la persecución, el abuso y el chantaje, han sido la constante en más de medio siglo. Antes, Fidel Castro se ocupó de preparar y armar guerrillas en otros países, sobre todo en América Latina, provocando extensas guerras sociales, y donde –aún hoy– persisten esos ejércitos armados por él. Ahora, la estrategia ha cambiado, y la violencia militar se esconde tras el terror, y así lo han exportado a Venezuela, y en menor grado, a Bolivia y Ecuador.

Si la Unión Europea decide, finalmente, negociar con Cuba, el terror sería la mejor oferta. También los que alientan desde Estados Unidos a erradicar el embargo, pudieran recibir unas cuotas del miedo institucionalizado –que tanto nos sobra– a ver si una vez que lo prueben, persisten en su intención.

El resto de los ministerios que conforman el intento fallido de recuperación económica, no son más que cráteres oscuros que convierten en inútil cualquier inversión extranjera. Para aquellos que quieren ignorar las violaciones de los derechos humanos, solo con el fin de obtener beneficios a cualquier costo, Cuba es un mercado fútil, fraudulento y de quiebra. Pero precisamente ése será su castigo, ver convertido en cenizas su dinero.

Ángel Santiesteban-Prats

*Este post fue escrito en la prisión asentamiento de Lawton en julio de 2014.