El Castillo de Gaucín

Por Juroher

Gaucín, uno de los pueblos más bellos de la Serranía de Ronda y del Valle del Genal.
El Castillo del Águila de Gaucín se alza sobre un duro promontorio pétreo, a más de seiscientos metros por encima del nivel del mar. Los primeros sillares de la fortaleza son de origen romano, aunque serían los árabes los que dibujarían el perfil que aún hoy luce.
Desde sus torreones y sus caminos de ronda los vecinos de Gaucín contemplaron el año 914 la quema de las naves de Umar ben Hafsun en Algeciras.
Tiempo después, en el siglo XI, Abd al Yabban, hijo de Al-Mutamid, rey de Sevilla, conquistó el castillo y lo reforzó.
En 1309, Guzmán el Bueno encontró aquí la muerte. Su cuerpo, idealizado por los cristianos, sería trasladado poco tiempo después al monasterio de San Isidoro del Campo en Sevilla, donde descansan los restos mortales de aquel que lanzó su cuchillo a sus enemigos para que diesen muerte a su hijo antes de entregar su fortaleza de Tarifa.
Durante la invasión francesa la fortaleza fue asediada. Se cuentan de ella hechos heroicos, años antes de que de fuera reforzada nuevamente. Pero la desdicha cayó sobre ella cuando en 1843 un polvorín explotó causando graves destrozos.
Su planta irregular, sus tres recintos amurallados, las torres que aún conserva, siguen presidiendo los horizontes de un caserío blanco, de extraordinario tipismo, con una vida social que para sí quisieran pueblos mayores en habitantes y prestigio. (El Mundo)