LLevo unos días recordando los grandes momentos que viví en mi adolescencia con las que ahora siguen siendo mis amigas. Es lo que tiene quedar para beberse unas cervezas mientras ves esos cds de fotos interminables, con nuestras pintas de niñatas…
Recuerdo las metas que tenía entonces y las ganas que tenía de acabar los estudios para poder llevarlas acabo. Y lo más impresionante de todo es que casi todo lo que me planteé con 16 años lo conseguí con 21. Puede que eso sea uno de los motivos por los que ahora quiero dar un giro de 180 grados y tirar por sendas distintas de las que caminaba hace 8 meses.
Me estoy acordando de la frase famosa “Se sabe como se empieza pero no como se acaba” qué estrés y que incertidumbre y que impaciencia tengo…
En fin, vamos a lo que importa
Tabla de embutidos
En el pequeño castillo había dos reinas (es que en los tiempos que corren ya no tiene porque haber un rey y una reina obligatoriamente…)
Las dos reinas me esperaban con una gran jarra de cerveza y comida varia.
Morcilla!!!
La cerveza estaba fresquita y la comida deliciosa. Se notaba que el Chef era digno de trabajar en ese castillo y que estaba acostumbrado a preparar grandes festines.
Ensalada de pasta
Después de una gran velada se acercó el recaudador del castillo y nos trató tan bien que le dije: “VOLVERÉ”.
Bueno, hay que recordar que yo estaba con las reinas
Pues esto es todo por hoy, para los que os lo estéis preguntando… Sí, me he quedao agusto :p
Espero que vuestro fin de semana haya sido tan estupendo como el mío. Y deciros que si queréis contarme alguno de vuestros giros de 180 grados estaré encantada de escucharos, seguro que me sirven vuestras experiencias.
Todo Se Queda En Granada.