EL CASTILLO DE MONTJUIC EN BARCELONA: LUGAR DEFENSIVO, OFENSIVO, DE REPRESIÓN, DE OCIO Y DE CULTURA
El proyecto es del ingeniero militar Juan Martín Cermeño, y está constituido por un trapezoide adoptado a las curvas de nivel de la montaña. Tiene dos baluartes flanqueando la cortina de la puerta de entrada (de puente levadizo sobre el foso perimetral), dos largas cortinas laterales con profundo terraplén formando abruptos glacis, y hornabeque con revellín al medio en el extremo opuesto (zona suroeste) a la puerta de entrada. En 1799 se culminarían las obras, pero sus soberbias defensas no fueron obstáculo suficiente como para que durante la Invasión Napoleónica fuera tomado (sin resistencia), en 1808.Esta “maquinaria de guerra”, con su “juego defensivo-ofensivo”, va a tener a partir de 1842 un nuevo y triste papel: el represivo. En ese año y el siguiente, el gobierno del general Espartero reaccionará por la revuelta barcelonesa de protesta contra su política autoritaria bombardeando sistemáticamente desde el castillo a la ciudad. Ocasionará cientos de muertos y de heridos, tremendos daños materiales y la huída de decenas de miles de habitantes.Este papel coercitivo del castillo abaluartado contra su propia ciudad se volverá a repetir en 1856, con otro balance de cientos de muertos, ocupación militar de la ciudad por el gobierno conservador y represión extrema.Todo el siglo XIX estará marcado precisamente por esta función controladora, represiva de la ciudad desde el castillo. Y a partir de 1893 unirá nuevo uso directo de sus instalaciones militares: centro de detención y tortura para centenares, miles de opositores, especialmente anarquistas, sindicalistas en general y obreros participantes en huelgas y conflictos. A este respecto, destacanlas detenciones y fusilamientos en sus fosos de la Semana Trágica de 1909 (el pedagogo libertario Francesc Ferrer i Guàrdia será una de las víctimas más famosas) y de la huelga de La Canadiense y conflictos consecuentes, entre 1919 y 1922.Durante la II República española y la Guerra Civil volverá a tener nuevo protagonismo como prisión y ejecuciones políticas, primero dirigidas por organizaciones antifascistas y después por los militares franquistas, que lo ocuparon a partir de enero de 1939. Desde entonces, la concentración de miles de prisioneros y las ejecuciones sumarias no cesarán, siendo el caso más destacado el del presidente de la Generalitat, Lluís Companys, fusilado el 15 de octubre de 1940 en el foso de Santa Eulàlia, de la cortina sur de la fortificación.El castillo sería prisión militar hasta el año 1960, en que fue cedido a la ciudad parcialmente, con encargo de construir en él un Museo Militar (exaltador de “las glorias castrenses patrias”, estando en funcionamiento desde 1963 hasta 2009).