Con esta reseña doble de hoy doy por rematado mi Reto literario Carmen y amig@s 2015 (en 2016, mañana mismo, comienza la segunda parte). Y con esta autora además, Maria Edgeworth, cierro en el blog el triángulo literario que forman Jane Austen, Susan Ferrier y ella misma, Maria Edgeworth.
Estas tres escritoras tienen algunos puntos en común a nivel personal- no viajaron apenas, vivieron una vida muy doméstica, de puertas para adentro y centrada en la familia, y nunca se casaron- y a nivel literario- algunas situaciones y personajes de Ferrier tienen similitudes con otros de las novelas de Austen; Ferrier y Edgeworth dieron a sus obras sabor local, la primera el de su Escocia natal, y la segunda el de Irlanda; la gran influencia e inspiración de Ferrier fue Edgeworth, muy admirada esta última por Austen... De las tres, Ferrier, la Jane Austen escocesa, es la más moralista; Edgewort, la Jane Austen irlandesa, la más reivindicativa; y Austen... Austen es Austen.
Pero centrémonos ahora en la anglo-irlandesa Maria Edgeworth con unos breves apuntes biográficos y sobre El castillo de Rackrent y El absentista... María Edgeworth nació el 1 de enero de 1767 (en unas horas se cumplirán los 249 años de su nacimiento) en Inglaterra, pero su regreso a Irlanda con 16 años, a donde la familia vuelve para administrar las posesiones familiares en Edgeworthstown, marcaría definitivamente sus rutinas de vida, su paisaje y sus intereses. Irlanda será su gran inspiración y su padre su gran influencia. Richard Lovell Edgeworth era un hombre muy influido de las ideas de Rousseau, con una ideas progresista en cuanto, por ejemplo, a la educación de la mujer y un hombre al que no le faltaban al parecer encantos. Sus cuatro mujeres (enviudó en tres ocasiones) le dieron 22 hijos- Maria era hija de su primera esposa- con los que formó una familia evidentemente numerosa y muy unida. Juntos, Maria y él, colaboraron en los primeros escritos que publicó, cuentos infantiles y didácticos. La obsesión de su padre por esa finalidad didáctica de toda obra literaria ("a novel with a purpose") la llevaría Maria muy arraigada siempre, incluso en aquellas obras que escribió sin la interferencia paterna, una colaboración de la que Maria gustaba pero que literariamente no resultaba muy positiva.
El año 1800 marcaría, sin embargo, un cambio de rumbo en su vida como escritora al publicarse El castillo de Rackrent, la primera novela sin la influencia de su padre, que fue todo un éxito editorial, obligando a sacar una segunda edición en apenas unos meses.
Poner a un viejo e iletrado administrador irlandés como narrador de su historia fue toda una sorpresa para los lectores de esa época y todo un acierto de la autora. A través de su visión un tanto peculiar y totalmente parcial el honrado Thaby, como él mismo se denomina, nos dará a conocer la vida de cuatro generaciones de terratenientes para las que ha trabajado. La historia está llena de anécdotas divertidas pero que esconden el patetismo y la tristeza de una injusta situación. La exploración de tipos humanos personificados en estos terratenientes- extravagantes, pendencieros, bonachones dados al desenfreno...- es otro de los atractivos de la novela.
Fue esta mi primera experiencia con Maria Edgeworth y la lectura que me animó a seguir conociéndola. Y es que El castillo de Rackrent es una lectura original en su planteamiento, bien contada, con lenguaje vivaz y ameno, y una lección de historia al inmortalizar el carácter irlandés, que Maria Edgeworth temía acabaría por desaparecer con la unión de Irlanda con Inglaterra.
Tras El castillo de Rackrent vendría Belinda, un novela con la que la propia autora no estaba muy satisfecha ("Belinda is but an uninteresting personage after all.... I was not either in Belinda or Leonora sufficiently aware that the goodness of a heroine interests only in proportion to the perils and trials to which it is exposed"), y Cuentos morales. Entre 1804 y 1813 publicaría Leonora, Griselda, Tales from Fashionable Life y Popular Tales.
Tales from Fashionble Life es, junto con El castillo de Rackrent, su obra más destacada. Los Tales fueron publicados en dos series; en la primera serie sobresalen Ennui y Almeria y en la segunda, El absentista.
Patronage y Harrington son otras de sus obras antes del fallecimiento de su padre en 1817. Se ocuparía entonces de completar la segunda parte de The Memoirs of Richard Lovell Edgeworth; la primera ya había sido redactada por el propio Richard.
Poco escribió en sus últimos años- Helen y algunos cuentos infantiles- centrándose, como ya en ella venía siendo habitual, en la familia y los amigos "In this world, in which I have lived nearly three-quarters of a century, I have found nothing one-quarter so well worth living for as old friends," pero siguió activa en la comunidad. Tuvo la desgracia de vivir la terrible hambruna irlandesa de 1847 y colaboró intentando infatigablemente intentando paliar los sufrimientos y necesidades de los pobres de su entorno a través de diversas actividades y organizaciones.
Maria Edgeworth fallecería el 22 de mayo de 1849 en Edgeworthstown. Allí está enterrada, y recordada como la primera escritora en acercar Irlanda y la situación y carácter de los irlandeses a los lectores ingleses y como una de las grandes de la literatura de "my poor Ireland".