En la ciudad de Vitré, en la Bretaña francesa, se encuentra un castillo excepcional desde el punto de vista de su conservación: al contrario que otros, que han sido reformados a fondo a lo largo de los siglos, el Castillo de Vitré conserva buena parte de su aspecto medieval, un castillo como los de las historias de caballeros.
El castillo que se alza hoy en día no es, de hecho, el original. Construido en madera alrededor del año 1000, el primer castillo fue consumido por el fuego en varias ocasiones. Fue en el siglo XI cuando se construyó el castillo de piedra; aunque de la estructura original se conserva poco, no sufrió grandes cambios de estilo, seguramente porque siempre mantuvo su función militar original y no fue transformado en residencia.
El gran atractivo del castillo es justamente el haber conservado su aspecto medieval, especialmente sus carismáticas torres puntiagudas, por lo que es una visita muy popular. En el interior de sus murallas se encuentra también una impresionante iglesia gótica. Una verdadera maravilla, tan auténtica que se ha utilizado para el rodaje de algunas películas.