El Cazador (The Deer Hunter) es un ejercicio de supervivencia que camina sobre los límites de la vida. Es una obra maestra, excelsa y superlativa. Michael Cimino alcanza el zenit de su carrera con una cinta de casi 3 horas que por momentos puede parecer lenta y aburrida, pero que se desata con toda la furia, como la vida misma, imprevisible y definitiva. Es una película sobre la amistad y sobre la vida. Es necesario concienciarse y meterse de lleno en la historia para sentir la tensión narrativa y visual de situaciones al borde del abismo.
Cimino después de El Cazador, cayó en desgracia creativa y desperdició su oportunidad con la adaptación de la vida de Salvatore Giuliano en "El Siciliano", filme que parece más una comedia que la historia de Sicilia. Además de mejor película y director, la Academia premió con el óscar al que considero el actor más infravalorado de la historia del cine: Christopher Walken. Simplemente sobran las palabras tras ver sus ojos metido en una choza de paja en pleno Vietnam. Walken alcanza la cátedra de la interpretación y no le va la zaga un siempre competente, el maestro De Niro.
Otro actor que aparece con buenos trazos es John Cazale, (el inolvidable y eterno Freddo Corleone). Cazale muere de cáncer tras rodar esta película. Con sólo 5 títulos de una calidad indiscutible, nos hace pensar que hubiera sido de él si la vida le hubiera regalado más tiempo. Su rostro y su manera de expresar la fragilidad humana difícilmente han sido superados en la gran pantalla. Meryl Streep la cual era su pareja en aquellos momentos también deja sus destellos en esta película.
Es una historia cruel y despiadada por momentos que intenta profundizar en la mente humana y los dramas bélicos. De como la violencia y la soledad ante el fin pueden dañar la mente del hombre.