El rey está, a estas horas, recuperándose de una operación de cadera a la que fue sometido ayer tras sufrir una caída fortuita en Botsuana donde se encontraba de caza. Con la que está cayendo en nuestro país, con cinco millones de parados, con una atmósfera enrarecida debido a al crisis, con personajes como Sarkozy atacando a España cada vez que puede, con una Argentina crecida amenazando con nacionalizar YPF; don Juan Carlos, se marcha, ni más ni menos, que a Botsuana, a cazar elefantes. “Un paraíso para los amantes más exigentes de caza mayor”, tal y como se comentaba en alguna información. Y menos mal que ha sido en un viaje “privado”.
Mientras unos no llegan a fin de mes, otros, en parte gracias a los presupuestos generales del Estado, viven a cuerpo de rey y nunca mejor dicho. Todos los días nos levantamos y nos atragantamos con nuevos recortes que se traducen en una reducción de nuestro estado del bienestar y en un retroceso de servicios tan elementales como la educación y la sanidad. Por eso me parece insultante que el presupuesto para este año destinado a la Casa Real se vea sólo reducido en un 2% y que el Jefe del Estado dé ejemplo de austeridad participando en un safari de lujo.
Y curiosamente esto ocurre el 14 de abril, aniversario de la proclamación de la Segunda República. Visto lo visto, no me queda otra cosa que acabar diciendo: Salud y República.