Título: El cazador de la oscuridad.Autor: Donato Carrisi.Editorial: Duomo Ediciones, 2016Páginas: 477
Resumen oficial.
EN UNA ROMA MUY INQUIETANTE, UN HOMBRE INVESTIGA LOS MISTERIOS Y LOS CRÍMENES SIN RESOLVER. BUSCA LAS ANOMALÍAS PERO SOBRE TODO INTENTA DESCUBRIR SU PROPIA IDENTIDAD.
Sus investigaciones le llevan al lugar dondese custodian los pecados más abominables cometidospor la humanidad. Es el mayor archivo sobre el mal.El secreto más oculto del Vaticano.
Marcus es sacerdote y tiene un don: detecta el mal que anida en las personas. Sandra es fotógrafa de la policía. Y también tiene un don: puede hacer visible lo invisible. Ahora ambos han unido sus talentos para atrapar a un asesino abominable: alguien que sólo escoge como víctimas a parejas jóvenes.
La investigación de los crímenes les lleva al Vaticano, al archivo donde se atesoran los mayores crímenes de la humanidad. Un inventario del mal absoluto. Un lugar siniestro donde todo es oscuridad. Con un ritmo vertiginoso, Carrisi teje una historia en la que el lector libra la misma lucha que Marcus y se enfrenta a los mismos enigmas que intenta descifrar Sandra, sintiendo las mismas esperanzas y el mismo miedo hasta la última línea.
Impresión personal.
El cazador de la oscuridad es la segunda novela protagonizada por Marcus y Sandra Vega. La primera de la serie es El tribunal de las almas, una novela que no tardaré mucho en leer, aunque la que tengo en la estantería esperando es La Hipótesis del mal. Y es que después de leer esta novela, que se puede leer de forma independiente, no creo que vaya a dejar pasar por alto ninguna novela de este autor. Me ha encantado la perfecta y cerrada trama, me han encantado los personajes y me ha encantado el escenario, Roma, una ciudad de la que jamás me canso, ideal además para plantear novelas de este tipo por sus misterios, sus rincones, los que se ven y los que están totalmente escondidos en su subsuelo y llena de sectas y religiosos ¿hay algo más misterioso y oculto que los temas religiosos?
Respecto a los personajes, Marcus y Sandra, resultan cuanto menos curiosos y diferentes a los que habitualmente encontramos en las novelas negras. Un cura invisible al mundo por lo misterioso de su relación con todo lo que lo rodea como Marcus, perteneciente a la orden de los penitenciarios, y una fotógrafa forense como Sandra, no son precisamente el tipo de personajes más habitual. Los dos están perfectamente compenetrados a pesar de estar tan distantes en sus vidas y sus profesiones. Pero entre ambos existe una confianza que no se da entre el resto de personajes. Cada uno investiga por su cuenta y de vez en cuando ponen en común las diferentes formas en que han conseguido información de tal modo que puedan seguir avanzando en la investigación del caso. En el fondo son dos personas solitarias y solas, cada uno a su manera, y es esa soledad las que los une en la distancia. Por otro lado, son dos investigadores magistrales, intuitivos y muy perceptivos, a los que nada pasa desapercibido.
Junto a ellos se mueven otros personajes, también misteriosos, que no hacen sino incrementar el misterio y la intriga del caso. Me he pasado media novela preguntándome quien es bueno y quien malo, quien leal y quien traidor y qué lugar ocupa en el puzzle.
No os cuento más de esta novela, salvo que tenéis que leerla. Es adictiva y tan buena como adictiva. Bien escrita, inteligentemente hilvanada y original de principio a fin.