El cementerio militar alemán en suelo español: Cuacos de Yuste
Por Trebede
Pocos lugares pueden ser más apropiados para la instalación de un cementerio alemán como Cuacos de Yuste, a escasos kilómetros del Monasterio de Yuste, donde pasó sus últimos días el emperador Carlos V (Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico). De esta forma quiso la organización alemana de cementerios que los caídos enterrados en tierra española estén cerca de donde murió su emperador. La idea del fin de semana era una vuelta por la comarca de la Vera aprovechando el primaveral día que por primera vez tenemos por estas tierras, con parada última en el famoso Monasterio de Yuste. De camino al monasterio te ves sorprendido por una pequeña placa anclada en una rocosa tapia sin ningún otro tipo de publicidad rodeado de castaños frondosos aún en esta época del año, y aunque visitar un cementerio no es un programa muy seductor, la extrañeza por ver un cementerio militar alemán en un recóndito paraje de España hace que pares y quieras dar una vuelta, en un espacio que invita a ello por lo bello del paisaje que lo rodea y la tranquilidad reinante, solo interrumpida de vez en cuando por algún coche camino del monasterio.En este cementerio están enterrados soldados alemanes de la
1ª y la 2ª Guerra Mundial caídos en suelo español debido a naufragios o al interceptamiento de sus aviones. Todas las sepulturas son iguales; una cruz de granito y una inscripción con el nombre, la fecha de nacimiento y defunción del soldado y el cargo de este. Algunas no disponen de estos datos, y hay una inscripción en alemán que imagino que signifique Soldado desconocido o algo así
(si alguien sabe alemán y traduce lo que pone en la inscripción se lo agradezco).
La construcción se inicia como figura en una placa a la entrada en 1980 y finaliza en 1983. Se comienza el traslado de los cuerpos desde el mismo 1980, llevado a cabo por el
Volksbund Deutsche Kriegsgräberfürsorge (entidad encargada de velar por los cementerios militares alemanes) hasta 1988 en que se inaugura.
Destacan los 38 marinos fallecidos en el hundimiento del U-77
frente a las costas de Calpe, los cinco submarinistas pertenecientes al U-966, un tripulante del U-760, otro del U-454, uno del U-447, cinco del U-755 y uno del U-955, así como numerosos pilotos y tripulantes de la fuerza aérea (Luftwaffe). A la entrada del cementerio hay una placa bajo un pequeño techado en la que en alemán y en castellano reza lo siguiente:
“En este cementerio de soldados descansan 28 soldados de la Primera Guerra Mundial y 154 de la Segunda Guerra Mundial. Pertenecieron a tripulaciones de aviones que cayeron sobre España, submarinos y otros navíos de la armada hundidos. Algunos de ellos murieron en hospitales españoles a causa de sus heridas. Sus tumbas estaban repartidas por toda España, allí donde el mar los arrojó a tierra, donde cayeron sus aviones o donde murieron. El Volksbund en los años 1980–1988 los reunió en esta última morada inaugurada en presencia del embajador de la República Federal de Alemania en un acto conmemorativo hispano-alemán el 1 de junio de 1988. Recordad a los muertos con profundo respeto y humildad”.
Gran parte de los enterrados en este cementerio son del submarino U-77, a los que podemos ver en esta fotografía.
Como decía antes, visitar un cementerio es una sensación muy rara, y puedo asegurar que un nudo se hizo en mi estómago al ver que la gran mayoría de los sepultados no superaba los 22-23 años. Soy incapaz de imaginarme como alguien con unos pocos años menos de los que tengo yo, tuvo que enfrentarse a algo así. Incapaz.
Es una visita que recomiendo a todo el mundo.
Nota: Me hubiese gustado utilizar todas las fotos que saqué yo, que la luz de ese día era la ideal, pero pesan demasiado y mi conexión es demasiado lenta para subirlas, cuando tenga buena conexión las subiré que creo que merecen la pena.