Jacky Bonnot (Michaël Youn) es un joven aspirante a cocinero que sueña con triunfar en las cocinas de un gran restaurante, pero ni siquiera logra conservar sus trabajos de cocina y se ve obligado a aceptar otros trabajos. Alexandre Lagarde (Jean Reno) es un acomodado Chef con tres estrellas Michelin cuyo restaurante se ve amenazado por el grupo empresarial al que pertenece y por el heredero de este grupo, detractor de la cocina tradicional y partidario de la cocina molecular. En plena crisis creativa y acuciado por los problemas con su hija, a la que no dedica el tiempo que debería y que come comida basura, Alexander conoce a Jacky y juntos intentarán salvar el restaurante, una estrella Michelin y el matrimonio de Jacky, dando lugar a una serie de situaciones cómicas manejadas con exquisita precisión . Entre estas situaciones cabría destacar la breve intervención de Santiago Segura como representante de la cocina molecular.
Dirigida en 2012 por Daniel Cohen, es una película sencilla, honesta, divertida, fácil de digerir y sin personajes complicados. Los actores cumplen su tarea con eficacia y ni el director ni el guión se meten en mas complicaciones de las necesarias. Puede considerarse una muestra del cine comercial francés actual, que busca acercarse al gran público y poco a poco se aleja de las complicaciones de la Nouvelle Vague.
Es una variación de la vieja receta "Reputado chef en apuros logra salvar la cara gracias a un novato" que tantas veces se ha utilizado, pero su sencillez y sobre todo, su honestidad, pues no aparenta ser mas de lo que es, la convierten en un producto ideal para pasar un rato agradable y sin complicaciones, alejado de las actuales superproducciones de Hollywood.