Los lingüistas tenemos diferentes opiniones acerca de la extinsión de las lenguas, de la preservación o no de estas, etc. Lo cierto es que la lengua es como un ser humano, nace en algún momento, evoluciona, puede tener dialectos y en algún momento puede llegar a desaparecer, como ha sucedido con muchas de las lenguas por distintos motivos.
Cuando una lengua está en proceso de extinsión nuestro deber es preservarla como conocimiento, quizá no podamos rescatarla e incorporarla nuevamente en una comunidad pues no se puede imponerle esta a los hablantes pero sí dejar constancia de que existió. Creo además que una lengua muere cuando no existe ni una sola persona que la hable o realice el proceso de "pensar" en ella, mientras exista un solo cerebro que procese sus estructuras la lengua seguirá viva.
Somos siempre los hablantes los que tenemos el deber de preservar nuestra propia lengua. Un gran caso el del chipaya.
Escuchen al maestro, siempre es un placer entender con tanta facilidad lo que él dice. Es verdad, extrañaré demasiado sus clases de Lingüística Histórica.