Hoy os vamos a hablar del progenitor de nuestra fruta favorita, es decir, del árbol de la chirimoya: el chirimoyo.
Plantel de chirimoyos
El chirimoyo es originario de Sudamérica, de la región de los Andes en la frontera entre Perú y Ecuador, donde crece a grandes altitudes (entre los 1300 y los 2100 metros). Los primeros navegantes españoles lo llevaron de ahí a Oriente y, hoy en día, el árbol de la chirimoya se encuentra en casi todos los países de clima subtropical. Mide hasta 8 metros, es de tronco estrecho y copa ancha de forma redonda. Sus datos taxonómicos son los siguientes:
- Familia: Annonaceae.
- Género: Annona.
- Especie: Annona cherimola.
Se trata de un árbol de hoja caduca, a excepción de aquellas zonas de invierno suave donde mantiene sus hojas ovaladas hasta la primavera.
El chirimoyo es un árbol frutal de poca importancia internacional. Está muy distribuido geográficamente pero poco difundido, existiendo de forma comercial únicamente en España, Perú, Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia, EE.UU., Israel y Sudáfrica. Tiene distintas variedades entre las que destacan:
- Fino de Jete
- Campas
- Pacica
- Bonita
- Impresa
- Mammillata
- Tuberculata
- Umbonata
El árbol de la chirimoya requiere riegos regulares; normalmente se realiza riego a manta quincenalmente e interrumpido en invierno. Las principales plagas que afectan al árbol de la chirimoya son dos: la mosca de la fruta (ceratitis capitata) y la cochinilla (coccus hesperidum). También se ve afectada por varias enfermedades, a saber:
- Podredumbre del cuello (Phytophthora cinnamomi)
- Podredumbre radicular (Armillaria mellea)
El principal índice de maduración de su fruto, la chirimoya, es el cambio de color de la cáscara de verde oscuro a verde claro o verde-amarillento.
Con esta información, ya tenemos una panorámica bastante amplia del chirimoyo, el padre de la chirimoya.
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