El chitosán es una fibra que viene del caparazón de algunos crustáceos como cangrejos y gambas. La ventaja de esta fibra (y lo que hace perder peso) es que no se absorbe por nuestro organismo, y al llegar al intestino crea una capa en las paredes, que interactúa con las grasas e impide que se absorban.
Por lo tanto, es importante dejar claro que el chitosán no sirve para perder peso, sino para no ganarlo. Es decir, con el chitosán hace que tu cuerpo no absorba todas las grasas que ingieres, pero eso no quiere decir que queme las que ya tenías almacenadas.
La ventaja de esto es que si tu cuerpo requiere energía ya sea para funcionar correctamente, o porque estás entrenando, cogerá las grasas que tienes almacenadas, y no las que acabas de ingerir.
El error, por tanto sería tomar chitosán con el objetivo de perder peso, y no hacer nada más, ni llevar una alimentación equilibrada, ni hacer ejercicio, etc.
Lógicamente con una alimentación equilibrada y ejercicio vas a perder peso, pero con el aporte del chitosán puedes hacerlo más rápidamente. Y no olvides que ya comienza la operación bikini.
Ahora bien, ¿cómo se toma el chitosán?
Como evita absorber las grasas, lo lógico es tomarlo antes de cada comida. La cantidad depende de la concentración de las cápsulas. Yo por ejemplo tengo el chitosán de TuSuplementacion.es porque también incluye un aporte de vitamina C y calcio. En este caso tomo una cápsula antes de las principales comidas. Además lo combino con el termogénico ThermoCaps también de TuSuplementacion.es para aumentar el metabolismo.
En resumen, si llevas una vida activa y una alimentación equilibrada, el chitosán lo vas a notar muchísmo.