Una vez más, esto no tiene nada que ver con el populismo. Tiene más que ver con el sentido común y tratar de proteger a la gente de América en primer lugar. Tiene más que ver con un líder que dice la verdad desnudaa la gente; algo que tal vez nunca ha ocurrido desde los tiempos del Renacimiento según Trevijano. Al dinamitar en pedazosla corrección política, Trump sin duda está trayendo un nuevo aire fresco contra la vieja política estancada y deshonestadelestablecimiento. Trump está en sintonía con los intensos sentimientos de la clase obrera sobre cómo los estadounidenses han sido olvidados en las ayudas sociales debido al racismo positivo, a la expoliación por ayudas de todo tipoen el extranjero, a las necesidades de su pueblo, a poner las ayudas de los emigrantes ante el pueblo que paga impuestos. La corrección política noslleva al 1984 de Orwell, una novela que representa a una sociedad distópicasin libertad de expresión y pensamiento en laque nadie se atrevea expresarse libremente incluso en la intimidad de su hogar.
En nuestro mundo real, los inquisidores están por ahí acechando en las calles, en el trabajo, en el banco, en el bar. Tienes que tener cuidado con lo que dices o piensas. Ytiene razones para sentirse francamentereceloso de expresar cualquier retórica políticamente incorrecta en público porque alguien podría incluso demandarte si le oye. La sensación de desprotección que los líderes en Europa han negado celosamentea sus ciudadanos debido aldesplazamientomasivo de refugiados se ha traducido en violaciones masivas y otras tropelías absolutamente coordinadas por inmigrantes descontrolados, además de en atentados terroristas. Y aunque evidentemente pocos sean culpables, hay una diferencia entre aceptar auna comunidad extranjera y llegar aconvertirse en una minoría en tu propio país, pues resulta imposible acogerlos a todos. Las razones del choque entre las decisiones ejecutivas de Trump y las políticasdel sistemapueden considerarse porla impregnación de la socialdemocracia, que Obama siguió tan suavemente y Trump tan firmemente rechaza.
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