Ayer presentaron oficialmente la segunda edición del festival de cine ecuatoriano en Buenos Aires, de nombre Cordillera. En nuestra ciudad la coordinadora general Mónica Rodríguez y desde Quito, streaming mediante, el director Gabriel Roldós y el director de Arte y Curadoría José Luis Jácome adelantaron detalles del programa que se desarrollará del 6 al 12 de abril, y que incluye -además de la exhibición de veinte películas- una exposición de afiches cinematográficos, la curaduría de un festival de videoarte y dos mini recitales.
El acto de lanzamiento tuvo lugar en el Espacio Cultural de la Organización de Estados Iberoamericanos. También participaron el ministro de la Embajada de Ecuador en Argentina, Carlos Alberto Velastegui Calero, un miembro del jurado, Marcelo Vernengo, y dos de los directores que participaron de la competencia de largometrajes: Majo Staffolani y Lucas Santana.
Nueve largometrajes y once cortos conforman la selección oficial confeccionada con miras a estrechar lazos con Argentina y, en palabras de Velastegui Calero, establecer “alianzas estratégicas” regionales. Este doble propósito inspiró al menos tres decisiones. La primera: incluir en el programa cuatro coproducciones con otros países, y ocho films argentinos (entre ellos El día nuevo de Gustavo Fontán, Como una novia sin sexo y El puto inolvidable del mencionado Santana). La segunda: promocionar la proyección de dos obras en tanto avant-premières (Instantánea de Catalina Arango y Alba de Ana Cristina Barragán). La tercera: coronar la muestra con la entrega de dos premios (uno a la mejor película ecuatoriana, acordado por un jurado internacional, y otro a la mejor película argentina, acordado por el público).
Para sorpresa de algunos de los periodistas que asistieron a la rueda de prensa en el espacio cultural de la OEI, Rodríguez reveló el título del largometraje que ganó el premio del jurado: Feriado de Diego Araujo.
Desde Quito, Roldós y Jácome mostraron las estatuillas diseñadas para la premiación. También contaron que las películas en competencia fueron elegidas de la lista de 18 largos y 34 cortos presentados en respuesta a una convocatoria pública. Ambos destacaron la importancia acordada a tres ejes temáticos: identidad, interculturalidad y diversidad sexual.
Jácome subrayó la intención de “consolidar distintos lenguajes en esta muestra” e invitó a participar de la curaduría de videoarte del Festival de Video Creación VFFF. Por su parte Rodríguez destacó el taller de sincronización audiovisual a cargo del músico y sonidista argentino Axel Krygier, dos conversatorios (uno de ellos sobre cine ecuatoriano contemporáneo, a cargo del director de la película que ganó el premio del jurado) y la exposición de afiches cinematográficos conformada por aquéllos de los largometrajes proyectados en esta segunda edición del festival y por trabajos del diseñador ecuatoriano James Verdesoto.
Los programadores del festival organizaron además dos mini-recitales. El primero -a cargo de La Poma, pequeña orquesta de música andina- cerrará la noche de exhibición audiovisual. El segundo formará parte del acto de clausura del festival y lo ofrecerá la cantautora argentina Cam Beszkin.
Cordillera transcurrirá entre el cine Gaumont (en funciones diarias a las 19), la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematografica (ENERC), la Universidad del Cine (FUC), la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), El Choclo Cultural, el Estudio Cristal, Casa Brandon y el espacio cultural de la OEI. Es libre y gratuita la entrada a todas las actividades.