Se acabó lo que se daba. Lamentablemente el sábado, con la gala de clausura, se cerraba la 62 edición del Festival de San Sebastián. Una edición cuya Sección Oficial ha sido, probablemente, la más equilibrada y atractiva de los últimos años. Buena parte de ese éxito llegó de la mano del cine español porque tanto "Magical girl" de Carlos Vermut, como "La isla mínima" de Alberto Rodríguez y "Loreak" de José Mari Goenaga y Jon Garaño, fueron algunos de los títulos más alabados por la crítica, el público, y, posteriormente, el jurado.
La crítica ya había alabado el trabajo de Carlos Vermut y se recibió con aplausos en la sala de prensa la decisión del jurado presidido por el productor Fernando Bovaira. Protagonizada por José Sacristán, Luis Bermejo y Bárbara Lennie, esta oscura historia relata el camino de un padre por cumplir los deseos de su hija de 12 años, enferma de cáncer.
El reconocimiento peor recibido por la prensa acreditada en San Sebastian fue el de la mención especial del jurado a "Vieu Savage" de Cedric Khan, una película que no estaba entre las favoritas. Una historia de libertad, de un padre que escapa con sus dos hijos para vivir en un bosque alejado de la ciudad.
Justo premio para "La entrega" de Michael R.Roskam por un guión bien desarrollado, con una clara evolución de los personajes y lleno de guiños al mejor cine negro. El último trabajo de James Gandolfini merecía llevarse algo de San Sebastian. Buen cine de mafias ambientado en Brooklyn y alejado de esas películas de gangsters clásicas.
Aunque nos encontramos con uno de los Palmarés más justos de los últimos años, hemos echado en falta algún premio para "Haemoo" de Shing Sung-Bo que representará a Corea en los Oscar. Apostábamos por la dirección o, al menos, una mención especial pero no ha sido así. Tampoco hubiera sido una locura alguna Concha para "Phoenix" ó "Loreak".
Por cierto, ha habido intensos rumores de desavenencias entre el jurado de la Sección Oficial, normalmente protagonizadas por la excéntrica actriz Natassja Kinski. Nunca faltarán las anécdotas... algún día igual os cuento más!
José Daniel Díaz