En enero la cartelera tuvo la visita de tres personajes históricos, que merecían un biopic por representar bien un tiempo del siglo pasado.
“J. Edgar” supone el intento del creador y director del FBI de maquillar su vida y lucha por mantenerse en el poder, a partir de sus memorias y de su archivo privado. Película de narrativa lineal y algo plana cuando recoge los acontecimientos históricos, pero en la que Clint Eastwood sabe profundizar en la oscura y compleja psicología del protagonista, un héroe de cómic ahogado en su narcisismo y en su ambición. Leonardo DiCaprio hace un buen papel, pero mejor aún está Naomi Watts.
“La Dama de Hierro” tiene todo el mérito que le da el trabajo de Meryl Streep -merecedora del Oscar®-, capaz de mostrar el lado humano de un carácter fuerte y decidido, en una época controvertida y difícil. También aquí está más conseguida la trama personal que la sociopolítica, pero basta con lo que rodea al personaje de Margaret Thatcher –interpretación, vestuario, maquillaje, peluquería…- y a la relación con su marido para disfrutar con esta buena película.
“Popieluszko, la libertad está en nosotros” es el retrato del sacerdote polaco que luchó por la libertad de su pueblo en tiempos del sindicato Solidarnosc, hasta morir asesinado cruelmente por la policía militar. Intensidad dramática para una figura llena de humanidad y cercanía, que se eleva como paradigma de un sentimiento popular y que supuso el comienzo del resquebrajamiento de la Europa pro-soviética. Con una buena recreación de ambientes, la cinta es un buen fresco del momento y gustará a quienes busquen un cine histórico y veraz.
Hawai y Calcuta son los escenarios de dos películas con cierto exotismo que pudimos ver en enero, y también el marco para asistir a unas vidas que buscan el amor o al menos que tratan de saber qué fue de él.
“Los descendientes” responde más bien a lo segundo pues su protagonista, un George Clooney que aspira al Oscar® con este trabajo, no hace más que preguntarse quién era realmente esa mujer que ahora está en coma en el hospital, y quiénes son esas dos niñas de las que no se ha ocupado hasta entonces. Un viaje a los orígenes y a la tierra de sus antepasados para recuperarse a sí mismo y entender, entre la comedia y el drama, que no hay nada como mirar con los ojos del otro… y dejar un lugar a la emoción.
En “Sombras del tiempo” nos vamos a Calcuta y al templo de Shiva para asistir al encuentro imposible de dos enamorados, primero explotados siendo niños por la crueldad de algunos hombres sin escrúpulos, y después arrastrados al infortunio por un destino lleno de silencios y equívocos fatales. Vistosidad y elegancia en la fotografía y diseño de producción para este melodrama intensamente romántico y emotivo.
Si alguien quiso introducirse en ambientes sórdidos y duros, con la violencia y la venganza como pautas de unos tristes personajes, habrá ido a ver dos películas secas y frías, sin concesiones a la emoción y con abundante sangre.
“Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres (2011)” es la versión americana de la primera novela de la saga de Stief Larsson, con un David Fincher que crea atmósferas sombrías y lúgubres, que imprime crudeza e intensidad en su radiografía de las miserias humanas, y que lo hace con una contundencia y frialdad que no deja a nadie indiferente. Todas las patologías son mostradas sin miramientos ni contemplaciones, pero más importante es el vacío y soledad de esas dos almas tristes que deambulan por un mundo desangelado y hostil en el que, si se investiga un poco, salen a relucir tantos trapos sucios y una tremenda falta de cariño.
En “The Yelow Sea” respiramos el mismo aire corrupto pero en el entorno oriental de China y Corea del Norte, allá donde se propaga una epidemia de rabia y sangre que ni siquiera el amor parece capaz de sofocar. Un thriller de mafias locales, chantajes y venganzas, brutalidad sin límites -las amputaciones de miembros están al orden del día- y un deseo inútil por escapar de esa espiral de violencia… que exige del espectador mucho estómago y aguante.
En cuanto a lo que se puso a la venta en dvd durante el mes de enero, sin duda la gran recomendación es “Nader y Simin, una separación”, una de las mejores cintas del año que recoge, con asombrosa frescura y veracidad, asuntos humanos y familiares, morales y legales del mundo iraní y de la situación de la mujer, con un gran guión y unas interpretaciones auténticas. Otra apuesta segura es “Arrietty y el mundo de los diminutos”, animación de los Studio Ghibli para una historia mágica y deliciosa, llena de inocencia y bondad, que es una aventura de supervivencia y una tierna historia de amor.
También hay mucho amor en la hermana protagonista de “Betty Anne Waters” y en lucha por la verdad que los tribunales se niegan a reconocer, además de una buena interpretación de Hilary Swank. Entre lo hispano, “Blackthorn (Sin destino)” es una buena película con sabor al western más clásico, y “La piel que habito” un ejemplo del giro estético que Pedro Almodóvar ha dado desde hace años a sus trabajos y de la barroquización de sus guiones.
En las imágenes: Fotogramas de “La Dama de Hierro”, película distribuida en España por Wanda Visión © 2011. Todos los derechos reservados. De “Los descendientes”, película distribuida en España por Hispano Foxfilm © 2011. Todos los derechos reservados. De “Nader y Simin, una separación”, película distribuida en España por Golem © 2011 Asghar Farhadi Films. Todos los derechos reservados. De “Arrietty y el mundo de los diminutos”, película distribuida en España por Aurum © 2010. Todos los derechos reservados.