El amor surge en las circunstancias más extrañas, quizás porque es solo esto: complicidad, conectar, estar del mismo lado del charco, reconocerse en el otro. Que importa algo tan tonto como la edad, o las circunstancias. Algo que a muchos les puede parecer inmoral o enfermizo, quizás es algo tan sencillo como afecto, como querer estar al lado de otro, compartir la vida. Así se enamora Mathilda (Natalie Portman) de León (Jean Reno) en una de las mejores películas de Luc Besson, El Profesional.
Ya se sabe que a Luc Besson le gustan los asesinos con alma, los asesinos de asesinos, con reglas, disciplina, y una historia triste en el pasado. Gente linda y solitaria con hábitos particulares, como Nikita, o recientemente Zoe Saldana en Colombiana, a quien le gustaba bailar y amar luego de hacer el trabajo sucio.
En El profesional, León toma leche, y tiene sus reglas: no asesina ni a mujeres, ni a niños, hace ejercicios, ordena su ropa, le gustan los musicales y sobre todo ama a su planta. El, quien es callado en extremo, no hace vida social con persona alguna hasta que se topa con Mathilda, una Natalie Portman de al menos 11 años, que ya actuaba tan bien como en su último film, con el cual se ganó un Oscar.
Esta película peculiar, tiene alma, la cual se crea a partir de las particularidades de los personajes, cuya belleza se imprime en los detalles que los circundan, no son planos, ni modelos de, son León y Mathilda y llegas a conocerlos en sus dimensiones diversas y bien moldeadas por el director.
“Quiero amor o muerte, es todo” dice Mathilda a León, quizás de eso se trate todo: amor o muerte, yo elijo lo primero.
Como plus el Soundtrack: Sting cantando Shape of my heart. Emotiva desde el principio al fin.
Clasificación: 10/10