El cineclub de los cinco: ‘el vuelo del navegante’

Publicado el 05 septiembre 2016 por Jaimebarber @EverettMagazine

Este verano ha cumplido 30 años este pequeño clásico de la ciencia-ficción. ¿Cómo habrá aguantado el paso del tiempo?

Sinopsis

En una oscura noche de 1978, David, un niño de 12 años, se adentra en el bosque, donde sufre una caída que le deja inconsciente. Cuando despierta y vuelve a su casa descubre que su familia ya no vive ahí y que él ha sido dado por desaparecido ¡hace ocho años! Paralelamente, la NASA entra en contacto con un objeto volador no identificado que guarda una misteriosa relación con David.

¿Por qué tienes un gran recuerdo?

Porque el arranque de la película es realmente bueno. Cualquier niño se dejaría llevar fácilmente por la fantasía que propone El vuelo del navegante, una fantasía con aspectos positivos -el contacto con un ente extraterrestre benévolo- y otros más oscuros -la angustia al reencontrarse con una familia que ha envejecido ocho años en unos pocos minutos.

Vista desde una perspectiva adulta, la película suma más atractivos. Resulta ser una película muy autoconsciente. Sabe que los espectadores esperamos ver ovnis, de modo que en los primeros minutos juega con nosotros, haciéndonos creer que un simple frisbee o un gran depósito de agua son platillos volantes. También tiene muy muy presente el año en que tiene lugar. Como decíamos en la sinopsis, hay un salto en el tiempo hacia el futuro, pero el futuro del protagonista (1986) es el año en el que está filmada, y los detalles que extrañan a David son la moda del momento, los cortes de pelo o los videoclips de la MTV. ¡Ni Stranger Things fuerza tanto las referencias a los 80 como El vuelo del navegante!

¿Por qué nunca la ponen en televisión?

Porque tu nostalgia es muy selectiva. Solo recuerdas los buenos conceptos de ciencia-ficción o la angustia vital de David, es decir, los primeros 45 minutos de la película, pero el resto es francamente aburrido, sin ningún tipo de tensión argumental y con un humor infantil que para los niños del siglo XXI sería ridículo y para ti, que ya tienes una edad, sería sencillamente irritante.

Pese a ser una producción de Disney, El vuelo del navegante es realmente un quiero y no puedo de la Amblin de Spielberg, que en aquel momento monopolizaba el talento creador de este tipo de productos -gente como Chris Columbus– mientras que la casa de Mickey se encontraba en plena crisis creativa. La cinta está dirigida por Randal Kleiser, realizador anodino que logró dirigir éxitos como El lago azul o Grease, además de otros productos Disney como Colmillo Blanco o Cariño, he agrandado al niño. Su trabajo aquí es muy pobre y, sumado a una terrible banda sonora, deja un resultado más propio de la televisión (de aquella época) que del buen cine de aventuras de los ochenta.

En conclusión, es comprensible que El vuelo del navegante ya no se programe en televisión. Sin embargo, si viajamos a 1986 y volvemos a ser niños, seguro que nos engancharemos de nuevo a la misteriosa aventura del navegante David a bordo de su nave espacial.

See you later, navigators!

PD. Lose Your Love del dúo Blancmange es el videoclip que deja loquísimo a David al llegar a 1986. Y con razón.


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