El cinismo del presidente

Publicado el 11 septiembre 2010 por Javiermadrazo

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no deja de sorprenderme. En ocasiones, reconozco que cuando habla logra engañarme con su cara de no haber roto nunca un plato y sus palabras amables, pero después, cuando actúa, me doy cuenta de que en realidad es un mentiroso patológico, preocupado sólo por su superviviencia.   Así, ayer mismo aseguraba ante los micrófonos de la Cadena SER que la reforma laboral  evitará “el despido de un número importante de personas“, cuando sabe muy bien que esta medida provoca el efecto contrario al que él promete: facilita despidos más baratos y más fáciles, dejando a las trabajadoras y trabajadores en el más cruel desamparo.

Pero no todo queda aquí. Zapatero fue todavía más lejos y negó que con esta reforma haya “traicionado” sus principios.  Será porque nunca los ha tenido. O, al menos, nunca han sido de izquierdas, ni tampoco socialistas. “Estos son mis principios -dijo con fina ironía Groucho Marx. Si no le gustan tengo otros“.  Zapatero ha seguido esta máxima al pie de la letra. Su cinismo hará historia. Ayer afirmó que “no hay una necesidad objetiva para más recortes“, pero en el cajón de su despacho guarda la reforma del sistema de pensiones, con el objetivo de ampliar los años de cotización y retrasar la edad de jubilación.  ¿Hay alguien que todavía cree en sus palabras? Yo, desde luego, no.  El PNV haría bien en toma buena nota de la trayectoria y la credibilidad de Zapatero; firmará todo lo que le pidan con tal de aprobar los presupuestos, pero con seguridad no lo cumplirá.