Vengan conmigo a Sumeria Imaginaria y disfruten de un cuento de Loot el pródigo, en meterse en líos.
El círculo doradoLa pasión de Loot¿Qué había al principio?Bueno, estaba yo; eso sí lo recuerdo y que al principio la ola era muy pequeña y a las burbujitas que se formaban las llamamos ahora estrellas, pero fue creciendo y en sus remolinos interiores se formaron galaxias estelares y siguió creciendo y las galaxias se multiplicaron en número y tamaño y, bueno, esperando estamos a que la ola rompa de una vez. ¿Cómo pudo producirse tamaño desastre?Es mi pasión.Hice girar el anillo dorado sobre la gran mesa de roble y me recosté sobre las orejas de mi gran sillón, como sin mirar, por diversión, y así surgió. El pequeño círculo dorado giraba y giraba y me dio como por pensar: ¿y si cayera hacia la derecha? Bueno, es una posibilidad.Tendría un, uno, eso es: el uno, y claro podrían ser dos, tres, ¡natural!, y otro y otro más. Pero, ¿y si girara hacia la izquierda y cayese al suelo y lo perdiera? Habría perdido un, o sea, uno, el uno; o dos o tres o… ¡Un momento! Si miro a la derecha puedo tener un anillo tras otro pero si cae a la izquierda pierdo uno tras otro. Todos los anillos del universo.¿Y qué pasaría si se rompiera al caer?Tendría medio anillo, o un tercio, o un cuarto o…o habría perdido medio, un tercio, un cuarto…Da igual, de todos modos mi esposa me asesinaría si perdiera el círculo dorado.Pero, calla, ¿y si…? El círculo dorado sigue girando imperturbable, ¿y sí…? Si tuviera un anillo y partes de otro u otros, ¿por qué no? si giran lo suficientemente rápido nadie se daría cuenta de su incompletitud pues a fin de cuentas un círculo no es más que un cuadrado girando que a su vez es la unión de dos triángulos que de suyo…Pero, ¡espera! Si todo son curvas entonces… ¡qué charada, carita de ajo, se te está ocurriendo!, ¿un poco de vino?Había llovido tanto que hasta las setas estaban hartas de tanto escurrirse cuando a Noer no se le ocurrió mejor idea que ir a ver a su hermano Loot así, de improviso, a ver a qué está jugando. Y entró en su casa silencioso y grácil, como si estuviera cazando gacelas.− (Pero, entonces, ¿hay naturales compuestos?, ¿y esto a qué nos conduce?, ¡¡esa luz!!) Noer, joder, ¿cuántas veces te he dicho que no entres así en mi casa? Vuelve a la visión humana o sal por donde entraste. Me has dejado pisciego.−Disculpa hermano pero ¿qué se puede ver con cuatro velas?, ¿y ese anillo?, ¿a qué estás jugando?−No es un juego, es un experimento, ¡Uff! Me has dejado que ya ni veo el anillo de mi esposa.− ¿Otro?, ¿otro de tus experimentos?, ¿no queda vino en esta casa? ¡Ah, sí, aquí! Deja eso y toma unos tragos conmigo, vengo calado hasta los huesos. ¡Deja el anillo que gire lo que quiera!− ¿Tú sabías que existen los naturales compuestos?− ¿Compuestos de qué? Una vaca es una vaca y una oveja una oveja. ¿Las quimeras de los dioses?, ¿a eso te refieres?−Ahí tienes un ejemplo palmario; ¡sí!, está bueno este vino.
¿Se puede escribir un cuento con los números? tan solo hablando de números. Pues se me ocurrió el tema y el cuento salió publicado en mi libro Los viajes de Ladmis Pan en el año 2016. Confío que os haya gustado y os ayude a hacer cuentas de aquí en adelante. En este enlace podéis adquirir el libro:Los viajes de Ladmis PanDaniel Paniagua Díez