El Cisne Negro

Publicado el 06 febrero 2011 por Observandocine
(Dirigido por Darren Aronofsky – USA 2011)
¡Impactante, demoledora, arrolladora …….Natalie Portman!


La perfección conduce a la autodestrucción. Es al mismo tiempo un acto de masoquismo.

Nina Sayers (Natalie Portman) baila, sus piernas se mueven como si fuera un ángel bailando en las nubes. La música del prólogo de la pieza “El Cisne Negro” va acorde con su danza. De pronto aparece un demonio que se la quiere llevar. Todo ha sido un sueño.
Nina es una bailarina perfeccionista, quiere ser la mejor de las mejores. Ensaya hasta que las uñas se le rompen, el que toca el piano le diga que no puede trabajar hasta tan tarde y que mejor es dejarlo para el mañana. Nina se flagela con sus uñas la espalda por la presión que siente de ser nombrada la reina de los cisnes y que ninguna otra mujer le gane la pulseada. Sus pies los venda para poder bailar en punta en unos zapatos re-pequeños. En lo suyo hay mucho de masoquismo.
Tiene un profesor que busca una mujer que tenga el cisne blanco y el cisne negro dentro de ella. Como decir el lado virgen y el lado oscuro de una persona. A su parecer Nina tiene el lado virgen, pero le falta el lado oscuro. Para él una persona no debe quejarse, no fingir ante los demás, debe sobreexigirse por ser el mejor pero dejándose llevar. A Nina la hace repetir una y otra vez la danza clásica en busca de que saque el lado negro de si misma. Cuando ve que no lo esta logrando, se le ocurre otros métodos para que ella por si misma llegue al resultado. Sin embargo, hay algo con lo que no puede luchar Nina, ella misma.
Una película que te atrapa de principio a fin. Portman es una mujer con una capacidad impresionante de que te identifiques con sus sensaciones, con las emociones que nos transmite. Recuerdo haberme quedado impactado con Natalie cuando la vi gritando como una joven libre pensante en “Garden State”, luego de aquella escena me quede fascinado con ella. Natalie es el tipo de mujer que solita puede hacer una película, como si no necesitara uno a nadie más en la pantalla. Los demás a su lado parecen ser piezas secundarias o quizá terciarias, tiene tanta fuerza la manera que interpreta sus personajes que la pantalla se impregna de ella, nuestros cerebros igual. El cisne negro es un film acerca del autoconocimiento, de la absurda búsqueda de la perfección y el obsesivo afán por querer hacer las cosas sin pensar que se puede afectar los sentimientos de los demás.