La vitalidad e intensidad del Oporto duró sólo los primeros cuarenta y cinco minutos
cuando los ingleses sufrieron el gol de Varela y la seriedad de los locales. El Manchester City remontó el marcador adverso durante una segunda parte escasa de fútbol, dejando la eliminatoria muy definida a su favor.
El partido comenzó con una buena presión de los campeones sobre el mediocampo del
Manchester City, que se sentía algo incómodo tanto con el balón como sin él. Hulk y James comandaban las primeras acometidas de los portugueses, motivados por el siempre eufórico público del Estadio do Dragao. Clichy evitaba el primer tanto del Oporto en la primera gran ocasión del partido, al sacar bajo palo un cabezazo de Rolando. Sin embargo, la lesión de Danilo y la aparición de Touré parecían inclinar la moral del encuentro hacia los ingleses.
Pero el Oporto continúa teniendo una gran vitalidad personificada en varias de sus figuras. El talento de James, un crack en ciernes y de enorme personalidad, y la fuerza de Hulk le hizo retomar el control, lo que se plasmaría en el minuto 28. Una buena internada por la izquierda del brasileño y un gran movimiento al centrar dejaba marcar a Varela tras un buen desmarque de éste. La victoria local hacía justicia a lo visto en el césped.
Los citizens tomarían el control, principalmente por el bajón de intensidad del Oporto. A pesar de ello, el planteamiento portugués seguía siendo suficiente para secar el fútbol de los rojinegros, que no encontraban espacios para perpetrar la defensa rival. El City se sintió muy trabado durante toda la primera parte ante un Oporto que había dejado de lado parte de su alegría ofensiva para darle un toque más de seriedad al conjunto; aún con esas, los locales tendrían un par de buenas ocasiones en el descuento de la primera parte para ampliar el marcador.
La habitual suerte que persigue a los campeones se cambió esta vez de bando. Al poco de comenzar la segunda parte, un balón largo de Touré provoca un forcejeo en carrera entre Balotelli y Pereira que acaba con un despeje fortuito del defensa hacia su propia portería. El empate no hacía justicia pero ponía la eliminatoria un poco más de cara para los ingleses. El partido no parecía fácil para el Oporto, desgastado físicamente y cediendo gradualmente el control del duelo.
Poco a poco, el ritmo sobre el campo fue disminuyendo. La incapacidad moral del Oporto, al que el empate había abatido, y el conformismo del Manchester City dieron paso a un pequeño bajón de intensidad por ambos equipos. Hulk protestaba, De Jong pegaba, Agüero salía al campo…nada nuevo sobre el Dragao.
Sin embargo, la incapacidad y apatía de los equipos no apagarían las individualidades. Y cuando menos se esperaba, aparecieron la determinación de Nasri y la potencia de Yaya Touré (indispensable en este equipo) para dejar en bandeja el gol de la victoria al Kun Agüero. Los de Manchester se llevaban la victoria en un partido en el que sufrieron durante toda la primera parte. La incapacidad física y mental del Oporto durante el segundo período permitió a los visitantes tirar de suerte y calidad para llevarse un triunfo injusto pero muy importante de cara a desnivelar la eliminatoria. El Oporto había sido mejor en el cómputo general pero no había sido suficiente para sacar un resultado positivo. 1-2 en el Estadio do Dragao.
F.C. Porto: Helton, Danilo, Ronaldo, Maicon, Pereira, Fernando, Moutinho, Lucho, Varela, Hulk,
James.
Banquillo: Bracali, Cristina Rodriguez, Kleber, Djalma, Mangala, Alex Sandro y Defour.
Manchester City: Hart, Richards, Kompany, Lescott, Clicht, Barry, De Jong, Nasri, Touré, Silva,
Balotelli
Banquillo: Pantilimon, Zabaleta, Pizarro, Dzeko, Kolarov, Savic y Agüero.
Goles: 1-0 Varela (28´), 1-1 Pereira (P.P) (56´), Agüero (84´)
@JosePortas