Joel Meza propone
"Los machos nos damos los unos a los otros" En las películas, cuando el héroe por fin tiene al malo frente a frente, listo para despachárselo de una manera eficiente, es decir, de un balazo, desechará la idea de inmediato. En su lugar, hará a un lado la ventaja de disparar un arma, por cierto con el acuerdo implícito del villano, para lanzarse el uno contra el otro ya sea a puño limpio o de perdida con armas que obligan o facilitan al contacto cuerpo a cuerpo; generalmente espadas. Véanse prácticamente todas las películas "de acción" ochenteras/noventeras de Arnold, Stallone y Bruce Willis.El absurdo ocurre en la pantalla grande nuevamente este mes, cortesía de George Lucas, en Episodio I. En cierta escena, el malvado Darth Maul (el de los cuernitos, pues) se encuentra en clara desventaja frente a la Reina Amidala, ella misma con una pistola y rodeada de unos 10 guaruras armados hasta los dientes, incluyendo a un par de Caballeros Jedi con sus respectivos sables de luz. En menos de lo que usted dice "¡Han Solo disparó primero!", el Jedi mayor despide a la reina y sus empistolados, para proceder a enfrentarse al rojo de los cuernitos... a espadazo limpio, con el desenlace que todos conocemos.