El cliché que yo ya vi/CXXVIII

Publicado el 30 mayo 2015 por Diezmartinez

Joel Meza propone:


Acuérdense dónde dejamos el carro: En las películas, la mejor manera de esconder algún vehículo o una maquinaria gigantesca es en medio de la ciudad, debajo de una construcción muy concurrida. Esto no tendría nada de malo, si no fuera porque la lógica dicta que el aparatote y la infraestructura para mantenerlo ahí y eventualmente echarlo a andar habrían sido descubiertos a las primeras de cambio; por ejemplo, al excavar para instalar drenaje, cableado telefónico o eléctrico o hacer los cimientos de alguna nueva construcción cercana.Por ejemplo, en La guerra de los mundos, de Spielberg, las máquinas marcianas estaban enterradas bajo las ciudades antes de que fueran construidas. En Tomorrowland, el subsuelo de París también tiene su secreto apenas bajo el pavimento.Afortunadamente existen películas que truenan el cliché de excelente manera: en Hombres de Negro, los platillos voladores están escondidos a la vista de todos, en medio de Nueva York.