Este año, el C de C de Honor (2013) será para tres realizadores que firmaron algunas de las grandes piezas de la edad de oro de la Publicidad Española. Cuando el spot era el rey de cualquier campaña y con los nuestros (los suyos) ganábamos premios internacionales. Mucho ha llovído y cambiado el panorama desde entonces, de hecho dos de los tres premiados lo serán a título póstumo, pues sólo sobrevive Francisco Daniel, pero todos viven en nuestra memoria gracias a sus trabajos y son referencia obligada para cualquier estudioso y amante de esta profesión.
El Club De Creativos describe así sus trayectorias:
Luz y sencillez
Francisco Daniel fue, quizás, quien primero alcanzó reconocimiento. Trabajó con agencias de toda España, pero sobre todo de Barcelona, donde tenía su estudio, Studio Daniel. Daniel era considerado el maestro de la luz, la manejaba como pocos, y con ella añadía a sus películas un aire de misterio infrecuente en la publicidad del momento.
Sus Danone, Vileda o Sanex, se mencionan como si de estilos pictóricos se tratase. Era un maestro en crear el golpe de efecto final a base de sencillez y sin artificio. Los bodegones se le daban especialmente bien, como las películas que hizo para Cordón Negro, de Freixenet, que también tuvieron su reconocimiento en Cannes.
Historias que emocionan
De Eduardo Maclean se decía que era un gran viajero y casi desde sus inicios viajó a lugares remotos buscando escenarios asombrosos para sus películas. Algunas marcas como Larios o JB se beneficiaron de esa búsqueda de exotismo, aunque también era capaz de reproducir el localismo más cercano, como hizo en sus campañas para Renfe (Saeta) o para Once. Para este último anunciante creó uno de los primeros teasers que conoció la publicidad española, y fue, sin lugar a dudas, el más notorio. El famoso Cuponazo se estrenó con un spot en el que se veía cómo se iba formando una enormísima cola, que atravesaba calles y calles de Madrid y cuyo objetivo se desconocía.
Hizo spots que eran ejercicios de vistosidad, pero otros eran historias muy bien contadas, como el Jóvenes Suficientemente Preparados JASP, o que emocionaban , como Chupete, para Cruz Roja, o Taberna alemana, para San Miguel.
Arte en movimiento
Jaime de la Peña, el más joven de los tres, fue de los primeros creativos que tuvo claro que lo suyo era la realización y se centró en ella, primero desde su propia productora, JDP, y más tarde desde otras productoras. Se decía de él que era muy meticuloso y a veces intransigente, y siempre muy exigente. En 1978, se unió a Pepe Fons y a Group Films, y allí trabajó los siguientes 20 años. Posteriormente colaboraría con otras dos productoras, Ovideo y Tesauro. Los últimos años trabajó mucho en Italia, donde era reclamado con frecuencia. Entre sus películas más populares había una recreación de La Bella durmiente, para Trex, o un vestuario de jugadores de rugby que, tras pasar por la ducha y perfumarse con Nenuco, se convierten en tiernos bebés.
Los premios serán entregados el próximo 12 de abril en el X Día C, a celebrarse en Pamplona.