Llegó el tercer y último partido. El equipo dirigido por Jimmy Hogan volvió a escuchar el himno alemán y a alzar el brazo en el estadio de Stuttgart.
Lógicamente, este acto no pasó desapercibido y produjo un gran enfado a las autoridades nazis.
Durante ese periodo la selección inglesa jugó en el estadio olímpico de Berlín contra la selección alemana, para devolver la visita que tiempo antes hicieron los alemanes y como acto de conciliación con Hitler. El partido finalizó con 6 goles de los británicos por 3 de los germanos. Pero a pesar del resultado este encuentro está considerado como el acto más vergonzoso de la historia de la Selección Inglesa. Pues ellos no pusieron problemas para hacer el saludo nazi.
Para saber más:Historias desconocidas de la Segunda Guerra Mundial, de Juanjo Ortiz
Clio Historia nº 185
Vavel
Fútbol Inglés