Octubre 2011 - Versátil / 496Pág. / 19.90€
Hace ya casi cinco años que leí por primera vez a Milly Johnson. Fue con la novela Al llegar la primavera y recuerdo que me resultó una novela sencilla y entretenida pero poco más. Aún así su estilo me gustó y me quedé con ganas de leer el resto de sus historias, El club del pudin y El club de las cinco.
Estoy segura que a todos nos ha pasado aquello de "sólo voy a leer el primer capítulo para hacerme una idea", pues eso mismo pensé yo. Lo siguiente que recuerdo es cerrar la última página y darme cuenta que eran las cuatro de la madrugada.
Anna, Grace, Raychel y Dawn trabajan en el departamento de repostería de una gran multinacional. Llevan trabajando mucho tiempo juntas pero no tienen ningún tipo de amistad. Son diplomáticas y distantes en tu puesto de trabajo hasta que llega Christie. Ella asumirá el mando del departamento a partir de ese momento y desde el mismo instante de su entrada en la empresa decide que aquellas cinco mujeres tienen que conectar y abrirse más.
A lo largo de la historia iremos conociendo la historia personal de cada una de ellas así como Christie las va obligando a relacionarse en horas de trabajo. Pasan de ser mujeres retraídas y metidas en su propio mundo a abrirse, dialogar, confiar las unas en las otras y convertirse en una auténtica piña.
Las cinco mujeres tiene vidas muy complejas y complicadas, todas me han gustado pero si me tengo que quedar con una posiblemente esa sería Grace, Grace es una mujer madura que se refugia en el trabajo para obtener un poco de libertad. En casa sólo tiene un marido distante y una hija egoísta que sólo espera que su madre se jubile cuanto antes para dedicarse a tiempo completo al cuidado de su nieta. Los otros dos hijos de Grace son personas maravillosas que intentan continuamente que ella se de cuenta de lo injusta que está siendo la vida con ella y ponga remedio antes que sea demasiado tarde. La historia de Grace aunque pueda parecer típica se irá complicando de una forma inesperada a medida que transcurre la novela. Conseguirá que el club de las cinco se convierta en una auténtica familia.
Raychel, ella es la viva imagen de las secuelas de una terrible infancia. Para Raychel Ben, su marido, es su zona de confort, su espacio seguro. No tienen amigos y apenas tienen vida social fuera del trabajo. Ambos han tenido una infancia horrible y no quieren confiar en nadie que pueda hacerles daño. Para Raychel la creciente amistad con sus compañeras de trabajo la vive con una mezcla de ilusión y terror. La historia de Raychel es francamente dura pero con un final precioso y esperanzador.
Dawn, es la más joven y también la más ilusa. Dawn trabaja sin descanso intentando ahorrar todo lo posible para celebrar su boda de ensueño. Mientras su futuro marido se dedica a pasar las tardes emborrachándose y gastando el dinero que tanto le cuesta a ella conseguir. Dawn es quizás el personaje que más me ha tensado durante la novela, por u incapacidad de ver lo que tenía delante.
Y queda Christie, a pesar de haber quedado viuda muy joven Christie es la más abierta y amable de todas. Dispuesta a ayudar en todo lo posible se convierte en el pilar de las cinco, en el nexo de unión.
El club de las cinco es una novela absolutamente maravillosa. Los valores y mensajes que nos envia Milly Johnson a través de estas cinco historias son maravillosos. Todas las historias pueden ser, en mayor o menor medida, cercanas, lo que nos ayuda a sentirnos identificados con las protagonistas. Todas terminan viendo la luz al final del túnel y terminan dando una segunda oportunidad a la vida. En esta ocasión si puedo decir que me he enamorado de la historia, de los personajes y del estilo de Johnson. Una novela absolutamente perfecta con la que creo cualquier amante de la literatura disfrutaría.