“Para eso existen las películas y las novelas, para vivir otras vidas y conocer otros lugares”.
Título: Elclub de los mejores.
Autor: Arthur Gunn (Claudio Cerdán).
Editorial: Ediciones B.
Año: 2016.
Género: Thriller. Novela negra.
Páginas: 405 páginas.
ISBN: 978-84-666-5991.
Precio: 19,00 euros.
Sinopsis:
Es medianoche cuando alguien llama a la puerta de Walter. Se trata de Cormac, un viejo amigo que necesita desesperadamente su ayuda: han secuestrado a su mujer y la matarán si no paga un rescate de un millón de dólares. Walter intenta ayudar a Cormac, pero esa misma noche ocurre algo totalmente inesperado que hace que toda su vida salte por los aires.Walter se verá envuelto en un juego de trampas, sorpresas y amenazas cuya clave podría estar en algo que ocurrió mucho tiempo atrás, cuando los amigos tenían ocho años. Algo que prometieron no contar jamás a nadie.El Club de los Mejores es un thriller lleno de tensión y ritmo sobre los niños que fuimos y los adultos en quienes nos hemos convertido. Una novela absolutamente adictiva que ha sido comparada con Mystic River, de Dennis Lehane, y El cuerpo, de Stephen King.
Impresiones:Debo de reconocer que tras leer El club de los mejores puede que no hable de forma objetiva sobre la obra puesto que esta, ha despertado muy gratos recuerdos de mi infancia que estaban criando polvo en la memoria más oculta de mi cabeza. A esto hay unirle la capacidad que Claudio Cerdán tiene para construir una trama que te mantiene enganchado desde un potente y agresivo comienzo, perdurando el misterio a lo largo de toda la novela e inclusive aumentándolo en cada giro sorprendente que nos depara cada final de capitulo. Pues sí, creo que la principal razón para recomendar la novela es su adicción, haciendo de cada capítulo, de cada giro en el guión, una ocasión para poner como excusa la intriga que provoca en el lector la trama, para no abandonar la lectura por otros quehaceres. Y eso que la investigación que sigue nuestro protagonista en algunos casos es sencilla y de manual, diremos que casi que le regalan las pistas, pero el grado de misterio va en aumento y con cada página se van añadiendo más interrogantes provocándonos esa angustia que producen los misterios y sus ansias por desvelarlos.Otra su ambientación, me he sentido mimetizado con la Minneapolis, que describe el autor a pequeños trazos, sin que parezca que está ahí pero cuyos detalles son lo suficientemente potentes como para sentir su frío, su nieve, su tedioso y tal vez aburrido pueblo de Crosby, sus lugareños con coderas desgastadas de tanto apoyarlas en la barra del bar de la ciudad.
El éxito de la lectura está en que no te cuenten nada, mientras más desconozcas de su trama y con menos datos afrontes su lectura, mayor será el goce para el lector. Yo intentaré no fastidiar este consejo y sólo diré que tras un pequeño flah back inicial donde podremos ver al protagonista y su grupo de amigos en sus años de la niñez, la novela comienza con un capítulo de los que hacen afición, de los que te dejan pegado a sus páginas y cuando te das cuenta llevas leído medio libro esperando que aparezca un momento valle para dejar la lectura y reincorpórate a tu vida y a tu rutina.
Será con la llegada de su amigo Cormac de forma violenta y en plena noche a su casa cuando las pesadillas y los problemas para nuestro protagonista Walter Millar no habrán hecho más que comenzar. A partir de ahí todo será descubrir un engaño tras otro, muchas preguntas y pocas respuestas y una carrera contra reloj para salvar su vida personal, teniendo que lidiar con los fantasmas de su pasado infantil.Estos recuerdos de la infancia serán la segunda línea argumental que el autor propone al lector y que nos irá dando las respuestas para ir confeccionando la trama que se desarrolla en el presente. Presentándonos a modo de moraleja la ilusión que uno tiene de pequeño y la realidad que trae consigo la madurez y los años y en lo que se convierte nuestra vida. Esto nos dará pie a reflexionar, si la trama vertiginosa nos lo permite, en que es lo queda de nosotros, de aquellos niños que fuimos y en lo que nos hemos convertido en la actualidad. Una constante vista atrás que convertirán a nuestro protagonista, un antihéroe a todas luces, en un personaje al que poco a poco le iremos cogiendo cariño. La única pega de la historia es que la trama siendo de diez, nos lleva a un final que a pesar de ser lógico, interesante y del todo aceptable para mi gusto como lector queda un poco por debajo de todo lo que Cerdán nos ha hecho pasar a los largo de todo el libro. Sin lugar a dudas un thriller muy recomendable para aquellos amantes del género y que demuestra que tenemos muy buenos autores, que escriben novelas que serían un magnífico guión para ser llevado al cine como es el caso que comento hoy. Por cierto que no te confunda que hable de Claudio Cerdán y en la portada aparezca Arthur Gunn, sólo es un alter ego que el autor explica al final en las notas del autor y que uno con una sonrisa y un guiño cómplice aplaude. Autor: