El coche compartido es una práctica social cada vez más extendida entre los jóvenes españoles (y esto está creando tensiones legales) que apuestan por compartir, crear comunidad y no desaprovechar los recursos.
Amovens, con la colaboración de la Universidad Europea de Madrid, se ha propuesto reflejar esta tendencia en “Amovens en serie”, un concurso en el que los alumnos de la Facultad de Artes y Comunicación han mostrado, con su talento y creatividad, sus experiencias compartiendo coche en varios capítulos.
El proyecto más votado en la web será premiado con tarjetas regalo de gasolina y recibirá entradas para el festival SOS 4.8, un evento que colabora con Amovens.
En palabras de Diego Ochoa, responsable de comunicación de Amovens, “Los jóvenes son los que han dado un impulso al coche compartido en España para compartir gastos y en estas series han expresado muy bien las ventajas y las razones para practicar el carpooling. Han hecho un trabajo fantástico que animamos a conocer”.
Y Amovens se posiciona en la polémica del coche compartido
Además del concurso y al calor de las recientes polémicas, Diego Hidalgo Demeusois (fundador de Amovens) acaba de publicar un interesante artículo en el blog de la empresa: “La economía del compartir existe, pero todo no es consumo colaborativo”
Diego reproduce una polémica bastante habitual en los medios anglosajones al intentar diferenciar el “collaborative consumption” de la “sharing economy”. Es un tema que genera opiniones bastante apasionadas y a menudo enfrentas.
Se abren debates como:
- Si estoy ofreciendo una habitación libre en mi piso a través de una web como Airbnb, ¿estoy compartiendo o intentando rentabilizar todo lo que tengo?
- Y de forma general ¿permite el consumo colaborativo establecer una economía diferente, o es el movimiento que permite a las fuerzas del mercado extenderse hasta los espacios más íntimos en los que no se atrevían a entrar?
Diego propone categorizar las empresas en 4 grandes grupos en función de su actividad… os dejo con la dudad para que léais el recomendable artículo. Y opinad al respecto :)
Diego concluye que: “Para hablar de economía colaborativa, en el sentido de una nueva forma de relaciones económicas que puede tener un verdadero impacto en la ciudadanía y en las relaciones interpersonales, deberían siempre coincidir dos criterios: una relación directa entre peers gracias a una intermediación “ligera” del servicio; y el hecho que se comparta verdaderamente un recurso, escapando así a la habitual relación entre proveedor y cliente.“
¿Estáis de acuerdo?
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Albert Cañigueral
Ingeniero multimedia fascinado por aplicar los modelos disruptivos de internet fuera de internet fundó ConsumoColaborativo.com en 2011 y ha formado parte de la vanguardia del movimiento desde entonces, siendo referencia en lengua española, ejerciendo de Conector de OuiShare para España y América Latina y formando parte del equipo de Global Curators de CollaborativeConsumption.com.