La visita del Consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, a la ciudad de Béjar ha dejado muchas lecturas políticas, sindicales y ciudadanas, pero desde luego es indiscutible la falta de civismo de él y su cohorte, y el despotismo de quien se cree que es superior a los demás.¿Qué pasaría si ustedes aparcan su vehículo en una zona reservada para personas con movilidad reducida? ¿Y si lo aparcan en un área donde impide la entrada y salida de ambulancias? Pues el coche oficial del Consejero de Sanidad estuvo durante más de una hora ocupando una plaza de aparcamiento destinada a minusválidos.
El mismo personaje que salió del hospital de Béjar pidiendo respeto, y que además debería de tener una actitud ejemplarizante para el resto de ciudadanos, no se inmutó porque su vehículo estuviera mal estacionado, faltando gravemente el respeto a los ciudadanos que si tienen derecho a disfrutar de dichas plazas de aparcamiento.Evidentemente ni el vehículo en el que viajaba el Consejero, ni ninguno de su caravana, fueron multados por mal estacionamiento. Las leyes y normas solo están para el “populacho”, los políticos de pedigrí pueden hacer lo que les salga de los cojones sin repercusión ninguna, permitiéndose el lujo de pedir respeto pero al mismo tiempo cagándose en los derechos de los demás. Por supuesto todo ello con la complicidad de una prensa pagada con dinero público que solo escuchan lo que les interesa y miran donde les señalan.Si yo fuera Policía Local en Béjar me preguntaría ¿Por qué tengo que multar el vehículo mal estacionado de un ciudadano cuando no he cumplido (o no me han permitido cumplir) mi trabajo con el vehículo del Consejero?
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