Hoy toca hablar de música y, en esta ocasión, vamos a dar un salto para caer en algún lugar de oriente. Un punto indefinido de esa basta extensión donde nos esperará Nariko, una repudiada guerrera de pasado di
fícil y con un futuro aún más complicado si cabe. Hablamos de Heavenly Sword, un videojuego que ha embelesado a multitud de jugadores y enamorado a amantes del diseño digital; y que ahora intentaré que os hipnotice con su tema principal.
Heavenly Sword se lanzaba entre los meses de septiembre a noviembre de 2007 con mucha expectación a su alrededor. Le seguía no sólo la buena impresión que había causado en el E3 del año anterior, si no el renombre de ser uno de los pocos títulos exclusivos para PlayStation 3.
Si bien no llegaba a calificarse como obra de arte, las altas miras de Heavenly Sword fueron alcanzadas y se granjearon el sobresaliente de crítica y público.
Una historia dura, que se reduce a la venganza del bien contra el mal, debe llevar una banda sonora a la altura de las circunstancias. En este caso, el responsable de llevarla a cabo fue Nitin Sawhney, un hombre nacido en Rochester, Inglaterra, allá por el 1964 y que hasta hoy se cuenta como uno de los músicos más versátiles y distinguidos de nuestro tiempo. Sawhney ha sido llamado un “tardío hombre renacentista”, y no es para menos. Su trabajo no acaba en la composición, si no que abarca al cine, el teatro, la danza y los videojuegos. Es productor musical, escritor, dj, compositor de orquesta y pionero cultural, con colaboraciones que saltan de Taio Cruz a la London Symphony Orquestra, pasando por la muy sonada Shakira.
Heavenly Sword no es el único trabajo que Sawhney hace para Ninja Theory, ya que también compone los temas de Enslaved. No obstante, podemos afirmar que en el primero de ellos consigue trasladarnos a ese punto intermedio entre oriente medio y el lejano oriente, donde se desarrolla la historia de Nariko.
Melódica, seductora y misteriosa, los ritmos de este tema principal tienen mucho parecido con la música típica venida de los países musulmanes, pero no para ahí. El misticismo del tema no existiría de no ser por la curiosa y muy resultona mezcla entre elementos más orquestales y tintes étnicos venidos de todos los rincones de la Asia más exótica.
Existen muy pocos compositores capaces de dominar ambas áreas, y uno de ellos es Sawhney, quien, lejos de elegir entre música étnica o música orquestal, se aventuró a acercarlos y presentarlos, congeniándolos y haciéndolos uno sólo. Son unos cuatro minutos de una música si no triste, un tanto amarga, que termina de trenzar una frustrante batalla de una joven en busca de la venganza.
Estas fueron las palabras de Nitin Sawhney sobre su trabajo de creación con la banda sonora de Heavenly Sword.
“una mezcla de texturas musicales recogidas del cine de Hollywood, de Europa y Chino hasta la instrumentación de Oriente Medio, expresados a través de orquesta y solos que pasan de maremotos de sonido a momentos sumidos en la más absoluta de las intimidades”.
Espero que hayáis disfrutado de la canción que muchos consideran otra de esas perlas que genera la industria del videojuego y que somos afortunados de poder disfrutar.