El cojín de Lluc. Una labor de punto cruz.

Por Lataat @mpllop
¡Hola! Os lo contaba ayer en instagram, he heredado de mi madre tener conmigo una bolsa con una labor empezada, a veces puedo llegar a tener dos o tres. Todo tiene su momento y no siempre apetece lo mismo. Para mi hacer manualidades es como para otra gente meditar. Son momentos en los que te concentras en lo que estás haciendo y tu alrededor pasa a segundo plano.

Empecé el cojín de Lluc al poco de saber que mi amiga Raquel estaba embarazada. El punto de cruz puede parecer cursi, pasado de moda o “Keko” pero lo cierto es que es elegante, cuidado y hace bonito en una habitación de bebé. Es un regalo que apenas vale dinero, pero por eso la otra persona tiene que saber valorarlo. Y Raquel es muy especial para mi, sin duda es la amiga más antigua que conservo, tengo fotos de las dos en mi tercer cumpleaños y de eso ya hace muchos días.

En otras ocasiones también he regalado cosas hechas por mi de punto de cruz, sábanas o cuadros, pero últimamente tengo una obsesión con los cojines, así que a Lluc le tocaría cojín para hacerle compañía. La labor me acompañó durante las vacaciones de verano a l’Escala y a Salamanca, pasando por Soria. Después supe que la que esperaba un hijo era yo. Ilusiones, risas sueños… Así que empezaron las prisas por terminarlo y empezar mil y un proyectos que tenía pensados para mi bebé. Pero lo perdimos, así que los proyectos se guardaron en el cajón de nuevo. Y el cojín de Lluc también. Durante meses fue muy difícil ponerme con el cojín de Lluc, pero de pronto las ganas de que Lluc tuviera su regalo terminado me invadieron y empecé a hacer punto de cruz día y noche, con mis lloreras pertinentes… pero al final Lluc se retrasó y me dio tiempo a terminarlo. Cuando terminas un proyecto es entre ilusión y pena, ilusión por ver que te has superado, que has sido constante para llevarlo a cabo hasta al final y pena por el cariño que le has cogido después de tantas horas. Por eso ayer por la mañana nos fuimos mi madre y yo a la tienda Oyambre. Para buscar algo nuevo con lo que ilusionarse. Lluc nació el viernes pasado y es el más guapo del mundo y por supuesto es el mas afortunado por tener una madre como Raquel. Petonets,