Desde el mismo instante en el que tuve el primer contacto con Nora Roberts se convirtió en una de mis autoras imprescindibles. Pese a que, como he dicho mil veces, sus series tiene muy bajo nivel respecto a sus libros únicos sus novelas son adictivas y por encima de la media. Con esas mismas impresiones comencé El coleccionista, y me he llevado un batacazo.La novela comienza presentándonos a Lila, nuestra protagonista. Tiene dos profesiones, una nada común: cuidadora profesional. Se dedica a cuidar las casas mientras sus dueños se van de vacaciones. La otra: escritora de novelas románticas juveniles. Hasta ahí todo bien. Pero una noche Lila es testigo de como asesinan a una mujer en el edificio de enfrente. Empieza la aventura. Ash Archer es un pintor de éxito perteneciente a una de las familias más influyentes. Y su hermano Oliver, es el "supuesto" asesino. Ash no cree que su hermano fuese capaz de asesinar a su novia y es por eso que busca la ayuda de Lila para resolver qué está ocurriendo.La novela a simple vista tiene todos los ingredientes para que, en manos de Roberts, se convirtiera en una auténtica joya. Pero no ha sido así. De entrada no he podido conectar con los protagonistas. Ella me ha resultado demasiado intensa, de estas mujeres que no paran de hablar y de hacer cosas de los más ilógicas. Él por su parte...frío, la muerte de su hermano no le ocasiona el mayor drama - quizás porque son como 12 hermanos y no tenía contacto íntimo con prácticamente ninguno - me ha resultado bastante distante. Al igual que la relación amorosa. Es simple, sin problemas, se conocen y a partir de ahí no se separan, lo demás surge sin más pero no he notado esa anticipación, la tensión sexual, el deseo...nada.
Desde el mismo instante en el que tuve el primer contacto con Nora Roberts se convirtió en una de mis autoras imprescindibles. Pese a que, como he dicho mil veces, sus series tiene muy bajo nivel respecto a sus libros únicos sus novelas son adictivas y por encima de la media. Con esas mismas impresiones comencé El coleccionista, y me he llevado un batacazo.La novela comienza presentándonos a Lila, nuestra protagonista. Tiene dos profesiones, una nada común: cuidadora profesional. Se dedica a cuidar las casas mientras sus dueños se van de vacaciones. La otra: escritora de novelas románticas juveniles. Hasta ahí todo bien. Pero una noche Lila es testigo de como asesinan a una mujer en el edificio de enfrente. Empieza la aventura. Ash Archer es un pintor de éxito perteneciente a una de las familias más influyentes. Y su hermano Oliver, es el "supuesto" asesino. Ash no cree que su hermano fuese capaz de asesinar a su novia y es por eso que busca la ayuda de Lila para resolver qué está ocurriendo.La novela a simple vista tiene todos los ingredientes para que, en manos de Roberts, se convirtiera en una auténtica joya. Pero no ha sido así. De entrada no he podido conectar con los protagonistas. Ella me ha resultado demasiado intensa, de estas mujeres que no paran de hablar y de hacer cosas de los más ilógicas. Él por su parte...frío, la muerte de su hermano no le ocasiona el mayor drama - quizás porque son como 12 hermanos y no tenía contacto íntimo con prácticamente ninguno - me ha resultado bastante distante. Al igual que la relación amorosa. Es simple, sin problemas, se conocen y a partir de ahí no se separan, lo demás surge sin más pero no he notado esa anticipación, la tensión sexual, el deseo...nada.