Cada vez más estudios apoyan la tendencia innata de que el colecho es consustancial con nuestra naturaleza y afirma que compartir la cama con los padres no lleva a problemas conductuales en los niños que empiezan a caminar.
Resalto las ideas más importantes que ha publicado Lauren Hale, profesora asociada de medicina preventiva del Programa de Postgrado en Salud Pública de la Universidad Estatal de Nueva York en Stony Brook, en la revista Pediatrics:
Los investigadores hallaron que las familias negras e hispanas eran más propensas a compartir cama con los niños pequeños que las blancas.
Independientemente, tras controlar varios factores (como el sexo del niño, el peso al nacer, la etnia, el estatus económico y la educación de la madre) los autores no hallaron una relación entre los bebés que comenzaban a caminar que compartían cama y el inicio de problemas cognitivos o conductuales para los cinco años.
Así que aconsejó que "los padres deben tomar las decisiones sobre dónde dormirá el bebé según las circunstancias familiares específicas, con la meta de facilitar el mejor sueño posible para los niños".
La Dra. Nina Sand-Loud, profesora asistente de pediatría de la Facultad de medicina de la Dartmouth y pediatra del desarrollo y la conducta del Centro Médico Dartmouth-Hitchcock, se mostró de acuerdo. "Creo que cada familia tiene que determinar qué es lo que más le conviene, en términos de lo que funciona mejor para su hijo y el sueño de su hijo a diario", comentó.
También en un comentario sobre el estudio, Michelle M. Garrison, científica investigadora del Instituto de Investigación Pediátrica de Seattle, se enfocó en la idea de que lo que importa "no es compartir la cama en sí, sino exactamente cómo lo hacen los padres".
Garrison explicó que "algunos niños se duermen solos en las camas de sus padres, y luego los padres van a la cama. Otros se duermen con sus padres en la cama todo el tiempo. Y eso marca una diferencia. Los niños pequeños que se duermen solos tienden a dormir más inquietamente. Y un sueño de buena calidad realmente tiene un impacto sobre los problemas conductuales y cognitivos posteriores", señaló.
"Así que compartir cama no es necesariamente algo que desaconsejar", apuntó Garrison. "En realidad puede ser algo positivo. Se trata de averiguar cómo hacerlo".