Trapacero, ra. Del adjetivo trapacista, y también utilizado como sustantivo, “que con astucias falsedades y mentiras procura engañar a alguien en un asunto”. Esta es la quinta acepción que la RAE relaciona con el término “gitano, na” en la 23ª edición de su diccionario.
Con motivo de la celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano, el pasado 8 de abril, desde su Consejo Estatal se han puesto manos a la obra y han lanzado una campaña de sensibilización estructurada en torno al lema “Una definición discriminatoria genera discriminación. #YoNoSoyTrapacero”. En ella, nos presentan a varios niños gitanos, sus sueños y aspiraciones y, a continuación, se les invita a descubrir con qué se les asocia lingüísticamente. Aquí sus reacciones y su reivindicación:
Si bien desde la comunidad gitana no dejan de hacer esfuerzos durante todo el año para acabar con la discriminación, el 8 de abril es la ocasión perfecta para dar visibilidad a su unidad y diversidad, a su aportación a la cultura universal; para buscar el apoyo del resto de la sociedad.
Lingüísticamente y desde hace varios años, a través de diversas ONG e instituciones como el Defensor del Pueblo, el colectivo gitano lleva reclamando a la RAE que revise las definiciones de “gitano, na” del Diccionario de la Lengua Española. En su 22ª edición, y aún disponible en su versión online, se puede leer en la cuarta acepción: “que estafa u obra con engaño”. Ante las protestas, se realizó una revisión para la 23ª edición (de octubre de 2014), incorporando una quinta acepción: “trapacero”, que viene a significar lo mismo y ha causado una profunda decepción entre los gitanos.
La postura de la RAE es firme en todo este asunto. Se niega a modificar el término incidiendo en que es la propia sociedad la que lo utiliza asociado a quien estafa o engaña. Afirman no ser responsables de ese uso y que sólo se limitan a reproducir los usos que la gente hace de esa palabra.
Sea como fuere, desde una actitud de concienciación, el mensaje también es claro. Ya lo dicen los propios protagonistas de la campaña: “no me parece justo”, “también otras personas pueden hacer eso”, “me están insultando”…
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