Las mentiras, engaños, barbaridades y estupideces de los políticos propios y ajenos están alcanzando niveles cercanos al colmo de los colmos.
En España, Mientras Rajoy en Bruselas soltaba: “…España ha aportado 26.000 millones de euros al Estado heleno, y tampoco nos sobra el dinero”, en Madrid y en una entrevista radiofónica el Ministro Margallo a coro distante con su jefe, berreaba lo siguiente: “…si España no hubiese prestado 32.744 millones de euros a Grecia podrían haber subido las prestaciones por desempleo un 50 por ciento o aumentar las pensiones un 38 por ciento”.
En primer lugar creo que no estaría mal que Presidente y Ministro de Exteriores coordinasen las cifras a las que se refieren para evitar dar todavía más la impresión que los ciudadanos tenemos ya muy asumida: que a estos tipos no se les puede creer ni cuando nos desean los buenos días.
Tener presidentes y ministros mentirosos es grave, pero lo que ya es el colmo es que ignoren lo que hace su propio gobierno, es pura demencia, bueno, siempre y cuando sea cierto que lo ignoran. Rajoy habla de dinero aportado por España y Margallo se refiere a prestamos ya efectuados, pero resulta que España no ha puesto un solo céntimo sobre la mesa para financiar a Grecia sino que ha avalado la parte que le corresponde dentro de la U.E. de los fondos aportados por el BCE. España tendrá que pagar solo si Grecia no paga y en proporción a su porcentaje dentro del rescate griego de la U.E. y a las cantidades definitivamente impagadas por Grecia. Encima cuando un periodista le indicó a Rajoy que se trataba de avales y no de desembolsos, contestó insistiendo en que sí es cierto que se desembolsaban las aportaciones a Grecia y que la última había sido de 7.000 millones de Euros, cifra que coincide exactamente con la que se estaba discutiendo en la reunión en que se encontraba Rajoy, como siguiente pago de la U.E. a Grecia si el rescate continúa. La única conclusión es que nuestro Presidente, aparte mentir continuamente y tomarnos por idiotas lleva una empanada mental de cuidado. Como para salir corriendo, lo que no sé es hacia donde.
Por otro lado es comprensible que dos franquistas como estos, que tienen perfectamente asumido que a la jefa no solo se le debe obediencia sino que se le tiene que demostrar lealtad en todo momento y en toda ocasión, estuviesen tan sumamente ansiosos por demostrarle lo mucho que la quieren y la admiran, que la defendieron con precipitación y una sarta de estupideces.
Mientras en el desbarajuste catalán Convergencia y Unió iban a la greña por el Pacto contra el terrorismo yihadista, porque Unió había votado a favor y Convergencia se había abstenido, pero lo más curioso es que la única alternativa lógica hubiese sido el voto clarísimamente negativo por parte de los dos, porque el famoso pacto es perfectamente inútil para luchar contra el terrorismo yihadista, pero será muy eficaz para hacer un paso importante más en el plan del PP de regreso al franquismo, la época cuando la calle era propiedad exclusiva del gobierno y todo aquel que en ella hiciese algo que no fuese del agrado del Ministerio de la Gobernación (ahora llamado del Interior) se exponía a sanciones y penas de cárcel. ¿Será cierto que su obsesión con la independencia no les deja ver más alla de sus narices?.
Mientras en Minsk la U.E. llegaba a un acuerdo de alto el fuego en la guerra de Ucrania que Dios quiera que sirva para algo. Si el futuro de Europa nos lo jugamos entre la loca de Berlín y el Zar de todas las Rusias del siglo XXI me temo que vamos a necesitar que la Divina Providencia haga muchas horas extras.