Es una inmensa contradicción que en un momento en que los sistemas de información difícilmente podrán mejorarse, donde lo que ocurre ahora se sabe en todo el mundo en cuestión de segundos, nunca habíamos estado peor informados y la falsificación de la realidad nunca había sido tan inmensa y generalizada.
Los principales responsables de tamaña incongruencia son por un lado los expertos en marketing político al estilo del delincuente Steve Bannon y una clase muy generalizada de periodistas actuales que informan como si estuviesen haciendo surf, nunca descienden por debajo de la superficie.
En mi anterior nota RESPONSABILIDAD CHINA me refería a cierto dictamen del Dr. Tasuku Honjo que ha resultado ser un fake, pero siempre que me ocurre algo similar me paso un buen rato investigando que es fake y que es realidad, porque ese es un recurso muy frecuente, parece ser que inventado por el delincuente Bannon, que consiste en mezclar fake y realidad de forma que esta queda contaminada y aunque siga siendo verdad deja de ser creíble.
Con el fake del Dr. Honjo ha ocurrido algo similar. El periodismo surfista en pleno se ha lanzado sobre la noticia dejando bien claro que el Nobel de medicina nunca ha manifestado que el coronavirus sea fabricado en laboratorio, pero ninguno de ellos, excepto dos periodistas de verdad, se refieren a que el Dr. Honjo es uno de los científicos que no solicitó, sino que exigió al gobierno chino que un equipo internacional de expertos investigase el origen del virus, para acabar con las especulaciones y que el mundo conozca la realidad. Los chinos no se dignaron contestarle, y ahora ya no les hace falta seguramente debido a la eficacia de sus equipos de marketing político.