Autora: Ruta Sepetys
Editorial: Maeva
Número de páginas: 320
ISBN: 9788415893004
Precio: 19 €
Puntuación: 7
Nueva Orleans, 1943. Josie, una niña de diez años, acompaña a su madre Louise, a ver a Willie, la dueña del burdel más famoso de la ciudad, para que vuelva a darle trabajo. Willie siente una simpatía inmediata por Josie y le concede una nueva oportunidad a su madre. Siete años más tarde, gracias a Willie, Josie ha conseguido trabajo en una librería en cuya trastienda vive para mantenerse apartada de Louise todo lo posible. A cambio, echa una mano limpiando en el burdel y ayuda a Willie con las cuentas, pues se ha convertido en una de sus personas de confianza. Pero Josie sueña con una vida mejor. Se hace amiga de Charlotte, una chica de buena familia que está de visita en la ciudad, y empieza a albergar el ferviente deseo de abandonar Nueva Orleans e ingresar en la universidad. Aunque ese futuro parece estar muy por encima de sus posibilidades, hará lo posible, con todo su esfuerzo y la ayuda de sus amigos, por cumplir su sueño.
El color de los sueños es el primer libro que leí de esta autora, ya que no encontraba Entre tonos de gris, que era el que realmente quería leer.
Este libro nos cuenta la historia de Josie, la hija de una prostituta que vive en Nueva Orleans. Josie trabaja en una librería, el cuál es perfecto para ella pues es una chica que adora los libros, aunque sigue trabajando en el burdel, limpiando habitaciones, para sacarse un sueldo extra. La vida de Josie no es fácil, el ambiente en el que se ha criado, el hecho de tener una madre prostituta que no se preocupa por ella y de no tener parta condicionan sus posibilidades. Sin embargo, Josie está dispuesta a cambiar su destino, a escapar de esa ciudad y hacer algo grande con su vida.
Desde el principio me llamó el libro por la sinopsis, porque la historia que cuenta prometía ser bastante diferente de lo que estamos acostumbrados dentro de la literatura juvenil, y no me equivocaba. Este libro no es nada difícil de leer, pero una de sus características es que podría considerarse tanto juvenil como libro adulto. La historia que cuenta es muy realista, dura, original y sobre todo, auténtica. No es que sucedan un millón de cosas, sino que el tono es más bien tranquilo, pero no es un libro que esté pensado para tener acción, no la necesita. Se centra más en los personajes, en los ambientes, aunque no por ello significa que sea aburrido o que carezca de argumento.
Tampoco la pluma de la autora se queda atrás. En este libro me quedé sorprendida y al leer Entre tonos de gris terminé de convencerme: esta autora tiene una pluma exquisita. Lo relata todo con gran cantidad de detalles y con paciencia, pero sin llegar a abrumar. Es sencilla, pero precisa, dulce. Fácil de leer, lo abarca todo con muy pocas palabras.
En cuanto a los personajes, también son otro punto fuerte del libro. Empezando por la protagonista, Josie: es una chica fuerte, decidida, pero no cae en el cliché de típica heroína fuerte capaz de patearle el culo a cien hombres como armarios, no, nada de esa. La fortaleza de Josie consiste en algo real, es fuerza de voluntad, la determinación de cumplir con sus sueños y de llevar a cabo lo que quiere. La relación de Josie con su madre es uno de los grandes pilares del libro, y clave para todos los acontecimientos que tienen lugar. No puedo decir que su madre me haya caído bien, pero me ha encantado como personaje, lo bien creada que está, igual que todos los demás. También los personajes secundarios se nota que han sido creados con cuidado y que están muy bien pensados: Patrick, su padre, Jesse o Willie, un personaje que a pesar de ser más secundario, es uno de los más complejos e interesantes.
A pesar de que no puedo sacarle ni un solo defecto a este libro, no sé por qué pero tampoco fue un libro que me maravillara. Tiene una buena historia, unos buenos personajes, está narrado de forma amena y preciosa, pero no sé por qué, no llegó a conquistarme. Me gustó cuando lo leí, obviamente, pero simplemente fue un libro más, que al cabo de un par de meses lo iba a tener bastante olvidado, y ya ni digamos con el paso de los años. Me pasó algo parecido con Entre tonos de gris, que a pesar de ser una novela muy buena, tampoco dejó huella en mí.
En resumen: El color de los sueños es una lectura original, con una historia sencilla pero profunda, personajes geniales y una pluma evocadora y directa. Puede ser leída tanto por jóvenes como por adultos, pero por alguna razón, tampoco ha conseguido quedarse grabada en mí.