Por la afluencia de público que hay en los últimos años, han habilitado un aparcamiento para dejar el coche y poder recorrer estos maravillosos campos. Además, han instado una pequeña caseta donde se puede comprar diferentes productos realizados con la lavanda como geles, jabones, saquitos aromáticos, cremas…. En algunos establecimientos de la localidad también se pueden degustar alguna que otra receta a la que incluyen este ingrediente como cremas frías o postres.
Muchos de los curiosos que se acercan a disfrutar de la Toscana alcarreña lo hacen para realizarse fotografías. La mejor vestimenta para hacerlo y tener así un gran contraste es la ropa blanca, eso sí debéis tener mucho cuidado porque estos campos en julio están plagados de abejas y podéis llevaros algún que otro susto.