“El color que cayó del cielo”: Uno de mis relatos favoritos de H.P. Lovecraft

Publicado el 03 abril 2021 por Rous85

El color que cayó del cielo es un clásico de H.P. Lovecraft que he tenido la oportunidad de volver a leer gracias al programa Masa Crítica de la plataforma literaria Babelio. En esta ocasión, he recibido una preciosa edición de este relato publicada por la editorial Pulpture, que incluye un prólogo con fragmentos de cartas e ilustraciones originales. Ahora tengo la excusa perfecta para dejarte en mi blog mi reseña sobre uno de los mejores y más populares relatos de Lovecraft.

A estas alturas poco hay que pueda decirse del creador del terror cósmico que no se haya dicho ya, y en mi blog  he dedicado más de una entrada a su obra, así como a ensayos sobre la misma. Cada una de sus novelas y libros merecen tener un hueco importante en la estantería de cualquier lector asiduo al terror y obras como El color que cayó del cielo sirven para analizar perfectamente este horror cósmico, ya que este libro tiene todos los elementos propios de este género. Por si todavía no conoces esta historia, todo comienza cuando el narrador de la misma visita las afueras de Arkham por motivos de trabajo y se encuentra con un páramo abandonado y decadente que sólo le hace sentir una extraña aprensión. Desconcertado, decide indagar sobre lo ocurrido en el lugar, antaño habitado y próspero, hasta que consigue oír el testimonio de un testigo de lo acontecido tiempo atrás. El relato de este anciano asegura que el inicio del fin tuvo lugar cuando cayó un meteorito en los terrenos de una familia granjera. Este meteorito totalmente atípico con unas propiedades que asombraron a los científicos como una luminiscencia y un color imposibles de describir, acabó desapareciendo para dar lugar a una serie de fenómenos inexplicables que llevarían a la familia al borde mismo de la locura, indefensa ante la amenaza irracional de un espacio exterior incomprensible para la mente humana. Lovecraft juega magistralmente con la psique del lector al ir mostrando poco a poco un escenario cada vez más decadente que va dejando paso a la demencia provocada por una maldad a la que el ser humano no puede hacer frente con ningún arma ni herramienta terrenal. El lector contempla acongojado cómo los miembros de la familia se van consumiendo sin poder hacer nada, al mismo tiempo que todo el terreno adyacente se va corrompiendo y transformando en otra cosa, hasta llegar a un terrorífico final difícil de olvidar.

Como decía más arriba, todos los ingredientes del llamado horror cósmico aparecen claramente representados en esta novela corta. Por citar alguno, los protagonistas de la historia se ven obligados a hacer frente a una amenaza sobrenatural o extraterrestre cuya insignificante mente humana no es capaz de comprender siquiera y, sea o no de naturaleza malvada, el hecho mismo de intentar asimilar aunque sea una parte de la inmensidad cósmica, acaba dañando su frágil psique. Este tipo de terror que sitúa al hombre como un ser pequeño e indefenso ante un peligro que puede venir de algo tan cotidiano como el propio cielo, parece arraigado en el ser humano y por eso Lovecraft, con sus hábiles recreaciones de atmósferas oscuras y opresivas y escenarios imposibles, logra crear un desasosiego que prevalece hasta el final del libro. Por supuesto y siendo fiel a su estilo, El color que cayó del cielo concluye sin ninguna explicación lógica, dejando el misterio abierto a interpretaciones y con los personajes que lograron sobrevivir o no volverse locos muy marcados por la experiencia y ansiosos por olvidar.

Para intentar escenificar de alguna forma material o tangible este peligro cósmico, Lovecraft habla en este relato de un color, dotando a esta palabra tan básica y cotidiana de unas propiedades nuevas e imposibles que en todo momento inquietan a los protagonistas y, en consecuencia, al lector. Ni monstruos, ni figuras espectrales, ni naves espaciales: un simple color se convierte en una pesadilla que nadie puede explicar.

El color que cayó del cielo siempre se ha encontrado entre mis relatos favoritos de este mítico autor y me alegro de haberle dedicado, por fin, un hueco en mi blog. Espero que ya hayas leído este libro y si no, tienes suerte, porque podrás maravillarte y aterrarte por primera vez ante esta gran obra de la literatura. Insisto en perturbar tus sueños…