9 mayo 2014 por evasinmás
Me lo imagino como un gran comecocos que se traga todos los éxitos, las copas de Europa, las del Rey, las de una liga tras otra… Así veo el fútbol ahora, para mi desgracia, porque aún tengo en mi corazoncito la diversión de aquellos partidos que iba a ver durante mi infancia (con el Mensajero de campo en campo en Tenerife) y adolescencia (durante la que vi ganar al C.D. Tenerife a nada menos que la Juventus en un partido de la copa de la WEFA). Luego dejé de asistir a los estadios porque me parecían poco éticos los precios que se empezaron a manejar en el mundo del fútbol profesional y sentía que poco quedaba de ese deporte que te hace, cuando ves una lata tirada en la calle, jugar a meterla entre dos piedras, de una patada. Además de las descomunales cifras económicas que se manejan, hoy por hoy, el fútbol se ha convertido también en un tragón de éxitos, hasta el punto que empiezo a pensar que lo peor que le puso pasar a mi equipo de toda la vida (de los fracasos y de los últimos éxitos), el Barcelona, fue ganar tantas copas de un golpe. Todo lo que hagas, a partir del éxito, se quedará corto para el “mundo futbolero”.
Y a las pruebas me remito (y aprovecho que hoy es viernes y todavía la Liga está por decidirse), con lo que ocurrió el pasado fin de semana, cuando el Barcelona empató ante el Getafe. Como fue el primero de los que están en los puestos de cabeza de la clasificación en jugar, los medios de comunicación se lanzaron a crucificar al entrenador y a los jugadores y a espetarles que la Liga estaba ya perdida (los susodichos también, inmersos en el espíritu de la derrota, realizaban declaraciones en este sentido). Pero fíjate tú por donde, en un día cambió el panorama, al perder el Atlético de Madrid y empatar el Real Madrid. Marcha atrás en las opiniones y comentarios destructores. El comecocos regurgita al Barcelona y lo vuelve a colocar en la lucha por el título. Sea cual sea el resultado, el Barcelona habrá disputado hasta el último momento la Liga de Fútbol española, llegó a la final de la Copa del Rey y fue apeado en cuartos de final de la Champions League. Dicho así, parece un éxito. Lo mismo que el entrenador del Real Madrid, con el que este equipo ha conquistado la Copa del Rey, ha llegado a semifinales de la Champions y es uno de los firmes candidatos a llevarse también la Liga, de cuyo sustituto ya se habla con descaro. Yo ya no sé en qué momento el fútbol dejo de ser un juego.